Este 2 de noviembre, se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar. Esta fecha busca destacar la importancia de abordar la violencia y el acoso escolar y sus efectos en la salud mental de los niños de manera oportuna y como un tema prioritario para el bienestar general de nuestros hijos. 

Muchos de los casos de violencia y acoso, también conocidos como bullying,  suceden dentro de las escuelas, por lo que la concienciación, la prevención, la visibilización y el apoyo sostenido de maestros y de las familias son fundamentales para garantizar un entorno educativo seguro y saludable para todos los estudiantes. Este no es un camino sencillo, pero juntos, podemos trabajar para eliminar la violencia y el acoso escolar y ofrecer un mejor futuro a los niños.

Es indispensable hablar sobre los efectos devastadores que este tipo de violencia produce en la salud mental de los pequeños y jóvenes, por lo que debemos profundizar en los puntos más relevantes de este terrible mal.

Violencia, acosos escolar y bullying

Se habla mucho de estos temas cuando se trabaja en relación a la salud y bienestar dentro del ámbito educativo, pero con frecuencia no se tiene total claridad con respecto a su real significado.

La violencia escolar, el acoso escolar y el bullying son conceptos relacionados que se refieren a comportamientos agresivos que ocurren en el entorno educativo, pero tienen matices distintos. La violencia escolar es un término amplio que engloba cualquier forma de violencia, ya sea física o psicológica, que sucede dentro de la escuela. Por otro lado, el acoso escolar se refiere a un tipo específico de violencia repetitiva y direccionada hacia un sujeto en particular, que puede incluir acoso verbal, social o físico. El bullying, un término comúnmente utilizado, es un subconjunto del acoso escolar que se caracteriza por su repetitividad y por el desequilibrio de poder entre el agresor y la víctima. Mientras que la violencia escolar es un término más general que abarca todos los actos violentos en la escuela, el acoso escolar y el bullying se centran en el hostigamiento continuo y específico.

Reconociendo el acoso escolar y cómo detenerlo 

Identificar la violencia y el acoso escolar es esencial para ponerle fin. Algunas señales de que un niño está siendo acosado incluyen cambios en su comportamiento, como aislamiento, cambios en sus patrones de sueño o alimentación, y la disminución del rendimiento escolar. Para detener la violencia y el acoso escolar, es fundamental:

• Fomentar la comunicación abierta: Los niños deben sentirse seguros al hablar sobre su experiencia.
• Informar a las autoridades escolares: Las escuelas pueden tomar medidas para abordar la violencia y el acoso y prevenirlos.
• Promover la educación y la empatía: Enseñar a los estudiantes sobre el impacto de la violencia y el acoso escolar y cómo ser compasivos.

Efectos del bullying en la salud mental de los niños 

La violencia y el acoso escolar no solo tienen efectos a corto plazo, sino que también pueden dejar cicatrices profundas en la salud mental y el cerebro de los niños. Los efectos incluyen:

• Ansiedad y depresión: El acoso escolar puede causar un alto nivel de estrés en las víctimas, lo que a menudo se manifiesta como ansiedad y depresión. Las víctimas pueden sentirse constantemente preocupadas, tristes o sin esperanza debido a la presión y el miedo que experimentan.
• Baja autoestima y autoconcepto negativo: El acoso puede minar la autoestima de las víctimas, haciéndoles sentir que no son valiosos o dignos de respeto. Esto puede llevar a una percepción negativa de sí mismos, lo que afecta su autoconcepto y confianza.
• Problemas de relaciones sociales: Las víctimas de acoso a menudo tienen dificultades para establecer relaciones sociales saludables. Pueden volverse retraídas, tener miedo de confiar en los demás o incluso desarrollar actitudes negativas hacia la interacción social en general.
• Trastornos de estrés postraumático (TEPT): En casos graves de acoso escolar, las víctimas pueden desarrollar síntomas de TEPT, como flashbacks, pesadillas y una respuesta exagerada al estrés. Estos síntomas pueden persistir a lo largo del tiempo.
• Pensamientos y conductas autodestructivas: En situaciones extremas, el acoso escolar puede llevar a pensamientos y conductas autodestructivas, como autolesiones o incluso intentos de suicidio.
• Dificultades académicas: El estrés y la ansiedad provocados por el acoso pueden afectar negativamente el rendimiento académico de los niños, lo que puede generar más estrés y una sensación de fracaso.

Es importante reconocer que los efectos del acoso escolar pueden variar en intensidad y duración de una persona a otra. Algunos niños pueden superar estos efectos con el apoyo adecuado, mientras que otros pueden experimentar consecuencias a largo plazo. La violencia ejercida a través del acoso escolar tiene un impacto real en la salud mental de los niños y es fundamental abordar este problema para proteger su bienestar.

El Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar busca destacar la importancia de abordar la violencia y sus efectos en la salud mental y el desarrollo neurológico de los pequeños. La concienciación, la prevención y el apoyo son fundamentales para garantizar un entorno de crecimiento seguro y saludable. Juntos, podemos trabajar para eliminar la violencia y el acoso escolar y ofrecer un futuro lleno de oportunidades.