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Los problemas de aprendizaje son más comunes de lo que se piensa y pueden afectar significativamente el rendimiento académico de los niños. Tres de los trastornos más conocidos en este ámbito son la dislexia, la disgrafía y la discalculia. Entender qué son estos trastornos, cómo se manifiestan y qué se puede hacer para acompañar correctamente a los niños con estos diagnósticos, es fundamental para brindarles el apoyo necesario.
La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta la capacidad de leer y comprender textos. Los niños con dislexia suelen tener dificultades para identificar palabras y letras, lo que les impide leer de manera fluida y comprender lo que leen. Existen muchas ideas equivocadas alrededor de un trastorno como este por lo que es importante aclarar que la dislexia no guarda ninguna relación con la inteligencia; los niños con dislexia son tan inteligentes como cualquier otro niño, solo necesitan métodos alternativos para aprender a leer.
Señales comunes de dislexia:
Si queremos ayudar a los niños a desarrollarse plenamente, es crucial identificar la dislexia lo antes posible para que el niño reciba el acompañamiento adecuado. Se recomienda el uso de métodos multisensoriales, técnicas que combinan el tacto, la vista y el oído pueden ayudar al niño a aprender a leer de manera más efectiva. Este camino puede generar frustración en los niños y restarles motivación para seguir aprendiendo, por lo que es imperativo brindarles apoyo emocional y reforzar su autoestima.
La disgrafía es un trastorno del aprendizaje que afecta las habilidades de escritura. Los niños con disgrafía pueden tener dificultades para formar letras y palabras de manera clara y ordenada, lo que puede hacer que la escritura sea dolorosa o ilegible. Este trastorno afecta tanto la escritura a mano como la capacidad de organizar pensamientos y expresarlos en palabras escritas.
Señales comunes de disgrafía:
Podemos ayudar a los niños con disgrafía realizando ejercicios de motricidad fina, como por ejemplo juego con plastilina, abolillado de papel, rasgado de papel, etc. Las actividades que mejoren la coordinación de las manos y que fortalecen los músculos de los dedos, son de gran ayuda para mejorar la escritura. En algunos casos el uso de tecnología puede ser muy útil, también. Herramientas como computadoras o tablets pueden facilitar la escritura para los niños con disgrafía . Estas pequeñas acciones, junto a una enseñanza personalizada con métodos adaptados a las necesidades del niño pueden ayudarle a mejorar su escritura.
La discalculia es un trastorno del aprendizaje que afecta la capacidad para comprender y trabajar con números. Los niños con discalculia pueden tener dificultades para realizar operaciones matemáticas básicas, comprender conceptos numéricos o realizar cálculos. Al igual que la dislexia y la disgrafía, la discalculia no está relacionada con la inteligencia, sino con una forma diferente de procesar la información numérica.
Síntomas comunes de discalculia:
Una estrategia muy efectiva en estos casos suele ser la enseñanza práctica utilizando material concreto y ejemplos del mundo real para que los niños puedan comprender mejor los conceptos matemáticos. Reforzar los conceptos matemáticos a través de la práctica repetitiva también puede ser beneficioso y en algunos casos, trabajar con un tutor especializado en matemáticas o con un maestro que entienda la discalculia puede ayudar al niño a progresar en sus estudios.
No es muy común que un niño presente dislexia, disgrafía y discalculia al mismo tiempo, pero en ocasiones puede suceder. Algunos estudios indican que aproximadamente un 30-50% de los niños con un trastorno específico del aprendizaje podrían tener otro trastorno comórbido.
Si observas en tu hijo alguno de los síntomas mencionados y sospechas que podría tener dislexia, disgrafía o discalculia, es importante que busques una evaluación profesional. Un psicopedagogo, neurólogo o psicólogo especializado en trastornos de aprendizaje puede realizar una evaluación y ofrecer un diagnóstico preciso. A partir de ese momento, el especialista que lleve su caso podrá recomendar un plan de intervención adecuado para ayudar a tu hijo a superar los retos y dificultades que pueda estar enfrentando. Pero además del apoyo académico, es vital proporcionar un entorno emocionalmente seguro que de soporte y confianza. Los niños con problemas de aprendizaje a menudo se sienten diferentes o inferiores a sus compañeros, por lo que es fundamental reforzar su autoestima y ayudarlos a reconocer sus fortalezas y capacidades.
Entender qué son la dislexia, la disgrafía y la discalculia es el primer paso para poder ayudar a los niños que enfrentan estos desafíos. Con el apoyo adecuado, pueden superar las dificultades y alcanzar su máximo potencial académico y personal.