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Ya casi es fin de año y seguro que desde que terminó el verano pasado te prometiste empezar el gym porque “ahora si, el verano que viene voy a conseguir el cuerpo que siempre quise y tengo todo el invierno para lograrlo”. Pero entre el cole, el dentista de tus hijos, lo útiles escolares, la movilidad, la cuota del auto, la lavadora que no lava, alimentar la alcancía de chanchito para el viaje familiar (que nunca llega), bla bla bla. Por supuesto tu trabajo, los desayunos, los almuerzos, las loncheras, los cumpleaños, la familia y todo lo demás, el momento de inscribirte en lo que sea que te haga felíz, nunca llegó.
Tienes una rutina súper complicada. Empiezas el día muy temprano para que no te falte el tiempo de hacer todo lo que haces y llegar a a la hora a tu trabajo. Corres de ida y también de vuelta para que los niños no estén solos. Te sientas a hacer tareas con ellos mientras tu cabeza repasa una y otra vez la lista de pendientes que no puedes dejar de cumplir y tu carga mental es casi tan grande como tu cansancio acumulado.
Finalmente terminas cada día con una sensación de agotamiento que ninguna siesta, por perfecta que sea, logra quitarte, y un fastidio que te acompaña hasta cuando vas al baño.
Este ritmo imparable de obligaciones y compromisos de adulto responsable, pueden llevarte a sentir física y anímicamente destruída y hacer que algo tan manejable como mirarte al espejo mientras te pruebas el bikini para este verano y no sentirte a gusto con lo que ves, te sumerja en una tristeza silenciosa y profunda que tiene una explicación científica.
Pero ¿Qué son las Endorfinas? son sustancias naturales que tu cuerpo produce y cumplen la función de estimular la zona de tu cerebro donde se generan las emociones placenteras y por lo tanto son una pieza clave para tu bienestar. Fungen, también, como un analgésico tan potente como la morfina y los opiáceos y contribuyen a liberar hormonas que intervienen en la respuesta sexual, ayudan a regular el apetito y a fortalecer nuestro sistema inmune. Por lo tanto hacer ejercicio no solo es importante para verte mejor en la playa, si no para ser más positivo, no enfermarte cada dos semanas, tener energía, y sentirte básicamente feliz.
Pero ¿cómo reservar dos horas del día para ir y venir y hacer yoga, o pilates o box o salir a correr, si en tu día a día es casi siempre super imposible?. Tranqui, si se puede y no es necesario moverte de casa. Aquí te dejamos una lista de cosas que puedes hacer desde tu hogar y sin mucho trámite para lograr verte y sentirte mucho mejor y de paso asegurar la producción de endorfinas que necesita tu cuerpo para hacerte un poquito más feliz.
Esta serie de ejercicios simples te ayudará a fortalecer esas partes de tu cuerpo que más trabajo necesitan y las dividiremos en tres partes, peor primero que nada deberás ponerte algo cómodo que te permita moverte, hacer unos estiramientos para calentar el cuerpo y respirar, mientras acompañas y guías a tus hijos con sus tareas.
Cuando hayas terminado debes estirarte bien para evitar lesiones y no olvides respirar conscientemente a lo largo de toda tu práctica. Como ves, ¡si es posible! Anímate a intentarlo y cuéntanos cómo te sientes.