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Coronavirus, aislamiento, vacaciones que no son vacaciones, fronteras cerradas, enfermedad y enfermos aquí y allá. Todo ha cambiado drásticamente y en muy poco tiempo al mejor estilo de peli post apocalíptica. Cuando la rutina de casa empezaba a tomar forma y tu y tus hijos comenzaban a amoldarse a ella, una nueva dinámica ha surgido en todos los hogares del mundo. Es momento de quedarse en casa, pues salir a la calle no solo no es una opción, si no que está prohibido y para que esta medida extrema surta el efecto deseado, todos debemos hacer el esfuerzo de cumplirla por el bien de nuestra familia y la de todos.
La idea de tener a tus hijos en casa todo el día todos los días puede parecer aterradora, pero no tiene por qué ser así. No olvides que esto recién empieza y la imposibilidad de movernos pone a prueba la convivencia amable y armoniosa que parece reinar en cada familia. Tenemos una dinámica que cuidar para no perder la cabeza. Todos en casa van a pasar juntos (muy, muy juntos) mucho más tiempo del que acostumbran normalmente y es importante que encuentren la forma de convertirlo en una experiencia positiva. No es necesario desesperarse pues con ganas y serenidad lo podemos todo. Acá te dejamos algunas ideas que pueden ayudarte a no perder la perspectiva:
1. Primero habla claramente con tus hijos de lo que está pasando en el mundo y en su país, pero tratando de no alimentar su miedo y más bien explicándoles cuán beneficiosa pueda ser esta medida si todos cumplimos con ella. Es importante que entiendan que es una situación pasajera y que siempre (si nos esforzamos) podemos encontrarle el lado positivo a cada cosa.
2. Ahora que todos saben en casa lo que está pasando, es tiempo de hacer horarios y definir rutinas. Tus niños no están de vacaciones y tienen que saberlo, y si además están en edad escolar, seguro han recibido material e indicaciones para trabajar desde casa al igual que tu, así que pon el despertador y empieza la mañana como lo harías cualquier día (sin el apuro de correr para llegar a tiempo a cualquier lado, claro). Lavarse, vestirse y ponerse a trabajar es una buena forma de no perder el ritmo que dentro de poco deberemos retomar. Ir a la cama a la hora que les toca y seguir con la rutina de los cuentos y sus rituales de antes de dormir, les dará a tus hijos la tranquilidad para sentirse seguros y confiados.
3. Seguro tus hijos han escuchado muchísimo sobre los países donde hay más personas enfermas, o en donde se inició el brote viral o sobre las fronteras que se cierran hasta nuevo aviso y tal vez no tienen una idea clara de la ubicación de cada uno de estos lugares. Este es un buen momento para desempolvar el mapamundi, el atlas o buscar información en internet y así poder conocer otras culturas, sus costumbres, su geografía y de paso entender mejor la situación que estamos viviendo todos.
4. Cómo van a pasar mucho tiempo juntos, es un gran momento para proponer y lograr esas cosas que tus niños aún no han empezado a hacer o no han logrado del todo pero con tu ayuda, lo harán. Por ejemplo si tienes niños que usan pañales y ya tienen dos años, es el momento de atreverte y cambiarlos por ropita interior mientras les enseñas a usar el water o la bacinica. Si tus niños están caminando por el sendero de la lectoescritura, puedes destinar una o dos horas del día a leer juntos o escribir cartas a sus compañeros de clase o familiares que no pueden visitar en este periodo de cuarentena como los abuelos o tíos y primos. Nada hace tanto al maestro como la práctica.
5. Con mucha suerte te ha tocado pasar la cuarentena en casa con tus hijos, trabajando a la distancia y conectada vía telefónica o con tu compu, pero hay muchas personas en el país y en todas partes del mundo que tienen que hacer eso que no puede dejar de ser hecho, como los trabajadores de la salúd, los bomberos, la policía y las fuerzas del orden. Quienes recogen la basura que todos producimos y las personas que se encargan de limpiar calles y avenidas de cada distrito y ciudad. También quienes atienden en los supermercados, farmacias y mercados o quienes manejan los unidades de transporte público. Tus hijos deben saber lo importante de estas labores y de las personas que las realizan.
6. No todos tienen la suerte de tener una casa con las comodidades necesarias para pasar con tranquilidad esta emergencia sanitaria que estamos viviendo , por lo tanto es importante que los niños sepan reconocer que cada cosa que tienen y cada espacio que habitan, los hace ser afortunados sin importar el tamaño que este tenga. Invítalos a participar del cuidado de su casa y de lo que hay que hacer en ella y para la familia cada día. Poner la mesa, lavar y doblar la ropa, pelar y cortar los vegetales y frutas para la comida, etc. Te aliviarán trabajo y los hará conscientes del esfuerzo que haces, además de tenerlos activos.
7. Estos días tus hijos han escuchado la palabra muerte muchas más veces que de costumbre y es posible que esté generando en ellos angustia y temor. Es importante que los ayudes a reconocer ese sentimiento y lo hables con naturalidad para evitar el pánico en ellos. El miedo es un sentimiento normal que a todos nos alcanza, pero nunca debe paralizarnos.
8. Aprovecha para jugar con ellos como, por lo general, no puedes jugar: rompecabezas, plastilina, bloques para armar, dibujos de marcianos y planetas lejanos o lo que más les provoque hacer juntos. Junto con la pérdida de nuestra libertad de tránsito hemos recibido el don del tiempo y hay que sacarle provecho.
9. Planea con cuidado y en familia, el uso de los recursos que tienen en este en casa, como la comida, artículos de limpieza e higiene personal, agua, internet y toso lo que usen y crean necesario cuidar.
10. Te ha tocado vivir en una época acelerada en la que trabajar es una necesidad y no una decisión, por lo que quedarte en casa con tus hijos no es fácil y menos pasar tiempo de calidad con ellos, por lo que parece que los niños necesitan tener “algo que hacer” todo el tiempo y estar ocupados en miles de actividades extracurriculares. Tal vez esta sea una buena oportunidad para conversar entre adultos y con ellos y reflexionar sobre lo que es una necesidad y lo que definitivamente, no lo es.
Es tiempo de cuidarnos todos y cuidar a los otros, entendiendo que formamos parte de una comunidad, de un todo más grande de lo que a veces recordamos y ser solidarios, amables y respetuosos, son valores importantes para vivir una vida en armonía.
Comencemos por reconocernos en casa profundamente y encontrar la manera de darle a nuestros hijos esas herramientas que pueden hacer la diferencia en su vida y en la de otros.
#YoMeQuedoEnCasa