Convivir con otras personas es el acto de coexistir de forma respetuosa y amable para con los demás, sus ideas, su espacio, sus gustos y disgustos. Al convivir con respetando  la diversidad ajena, también te respetas a tí misma al verte reflejada en otros individuos. Vivir con tu familia es un ejercicio de convivencia que suele estar basado en el amor, pero también puede ser muy complicado justamente por eso, la subjetividad y lo que no dices en el momento justo  por no incomodar o herir a alguien ,puede deteriorar cualquier relación . En el tiempo que estamos viviendo has cambiado el ritmo de vida al que estabas acostumbrada( tu y el mundo entero). Los espacios para el bienestar personal, como el trabajo físico, moverte con libertad por la ciudad, mandar a tus hijos al colegio, ir al cine, a tomar un café o simplemente caminar por el parque mirando el cielo en un atardecer de fuego, no existen más (al menos por ahora) y tu rutina transcurre dentro de tus cuatro paredes  junto con tu familia, muy, muy juntos. A partir de ahora tienes dos opciones: 

1. Te sientes atrapada, sin salida, angustiada y sobrepasada por la cantidad de trabajo que significa acompañar a tus niños en sus labores escolares a distancia, sus comidas, los gritos y la falta de espacio para liberar energía (si, también la tuya) y todas las cosas que te hacen jalarte los pelos de la cabeza.

2. Aprovechas este inesperado tiempo juntos, a pesar de los gritos, las tareas, el acompañamiento, la energía acumulada y todo lo que te tiene a punto de quedarte calva para trabajar en la construcción de una convivencia saludable y disfrutas de la rica cotidianeidad todo lo que puedas.

No es fácil iniciar una nueva forma de hacer las cosas y a veces las grandes ideas simplemente no llegan, por eso estos 8 consejos pueden ayudarte a empezar a trabajar en el bienestar emocional de tu familia a partir de una convivencia amable y positiva.

¿Cómo puedes fomentar la buena convivencia en casa?

Sentarte a la mesa y comer juntos

Seguro que esto es algo que no habías podido hacer con calma en mucho tiempo, ¿no? Siempre hay que correr a algún lado y entonces conversar durante la comida no suele ser una opción. Este es un buen momento para preguntarle a tus hijos cómo se sienten sin que parezca que estás a punto de decirles que nos acaban de dar 15 días más de aislamiento. Es un momento de conversación orgánica y natural sobre todo o sobre nada, pero siempre importante. ¡Aprovéchalo!.

Cocinar en equipo los fines de semana

Aunque ahora te ves todos los días durante todo el día, la rutina puede ayudarte a llevar mejor la monotonía de los días de encierro, así que marcar ciertas diferencias entre los días de trabajo y los de ocio, es súmamente importante. Destina el final de la semana para cocinar algo especial todos juntos, no importa si son unas riquísimas lentejas, unos fideítos rojos o un pastel de alcachofas en masa de hojaldre acompañado de un risotto de hongos del campo. Aquí la clave es el trabajo en equipo que resultará en una delicia hecha con hartas ganas y mucho amor.

Jugar juntos algo que les guste y los haga reír

No es raro que sientas que jugar es algo aburrido y que sería mucho más rico para tí (en tu momento de relajo) ver tu celu para saber en qué andan tus amigos en IG, en Face o que hay de nuevo en TikTok. Pero si dejas de lado estas ideas locas y te entregas al juego como si fueras una niña pequeña, te vas a divertir, te vas a picar, te vas a pelear, vas a discutir  y te vas a reír hasta hacerte pis encima, tal como hacen tus hijos. Nada más saludable que unas carcajadas para crear recuerdos hermosos y sentirte a gusto con las personas con las que compartes espacios, costumbres y afectos. Si eso no es pasarlo increíble, nada lo es. 

Hacer algún proyecto juntos

Se trata de tener una idea, compartirla, desmenuzarla y armarla otra vez y luego ponerla en práctica. Este proyecto puede ser, literalmente, sobre cualquier cosa: algo práctico que necesite tu casa, un proyecto artístico, escribir un cuento juntos o tal vez hacer un video de algo fácil y divertido que puedas subir a tus redes sociales y que ayude a otras familias a empezar su propio proyecto de cuarentena.

Fotos familiares y árbol genealógico: conociendo de dónde venimos y quiénes somos

Empezar a ver fotos de la familia, de cuando tu eras pequeña y los miles de nombres que mencionas sin que tus hijos tengan idea de quién pepinos son, es un excelente punto de partida para investigar sobre tus raíces y las suyas, Ya es tiempo de que  tus niños sepan quien era la Tía Coquito o el Primo Esteban Alberto Juan Joaquín y que descubren el parecido sorprendente que tienen con el tatarabuelo.

Leer cuentos cada noche y fomentar el gusto por la lectura

No hay nada más rico es estar metidito en la cama y que te cuenten una historia para empezar el viaje de los sueños,¿no? Haz un trato con tus hijos: Una noche tu cuentas la historia y ellos deberán hacerlo la siguiente, así ellos practican su lectura, vocabulario e imaginación y todos se sienten cuidados y amados. 

Un buen descanso hace que todos se sientan positivos y tranquilos y tienes más posibilidades de tener un buen día.

Distribuir el trabajo y las responsabilidades en casa

A veces nadie nota todo lo que haces a diario para que todos coman, tengan ropa limpia en los cajones, las plantas sigan verdes y frondosas, las arañas no los envuelan con sus telarañas y siempre haya pasta de dientes en el baño. Una buena forma de hacer que todos sean conscientes del esfuerzo que significa llevar un hogar, es darle a cada uno una labor que sea su responsabilidad. De esta manera tus hijos y todos en casa aprenden a valorar el esfuerzo que haces cada día por ellos, lo que seguro te hará sentir bien.

Un buen uso de los aparatos electrónicos 

Tus hijos no te han preguntado nunca a manera de reclamo : ¿por qué siempre estás mirando tu teléfono?. A veces no te das cuenta del tiempo que pasas en él y a veces es simplemente imposible no hacerlo. Otras veces son ellos quienes no se despegan de las pantallas ni para ir al baño, pero en estos tiempos en los que no sales de casa pueden darle juntos un gran uso a los aparatos electrónicos. Uno que incluya a tus hijos los haga entender que éstos tienen más de un propósito:¡una videollamada familiar!. Tíos, primos y abuelos están lejos físicamente, pero siempre en el corazón y aunque no podamos abrazarlos fuerte, fuerte, podemos verlos sonreír y escuchar sus voces que tanta falta hacen.

La convivencia se trata de acompañarnos con respeto y si es con cariño, aún mejor y claro, no todos los días serán como un cuento de hadas, pues resolver  los conflictos propios de una vida en familia, es parte de eso saludable y positivo que todos queremos lograr. 

No es una ciencia complicada con grandes fórmulas matemáticas imposibles de poner en práctica, sólo necesitas mirar atenta y escuchar con tu corazón, Todo lo demás simplemente necesita de muchas ganas de hacer las cosas bien.

#YoMeQuedoEnCasa y provecho cada experiencia.