¡Hoy hablaremos de motricidad fina! Pero para poder hablar de ella es importante que tengamos una idea clara de lo que es.

Cuando hablamos de motricidad nos referimos a la capacidad de movimiento que tiene nuestro cuerpo y el uso que hacemos de él. Si hablamos de motricidad gruesa estamos refiriéndonos a los movimientos grandes que involucran a todo nuestro cuerpo en acciones tales como saltar, correr, dar volantines, grandes saltos o jalar la cuerda con las manos, los brazos y el cuerpo entero.

Cuando hablamos de motricidad fina nos referimos a las acciones o actividades que realizamos con nuestros dedos y manos, las mismas que potencian y desarrollan las habilidades de precisión que estas poseen. Es muy importante trabajar en el desarrollo de la motricidad fina desde edades tempranas y así asegurar u ofrecer mejores condiciones para el desarrollo de las habilidades de los niños a lo largo de su crecimiento.

Puede sonar complicado, pero no lo es. En realidad es bastante sencillo y puede parecer casi, casi un juego en el que tú puedes participar aportando en el correcto desarrollo psicomotor de tus hijos e incluso hacerlo desde casa. Pero para esto debes tener en cuenta la edad de tu niño y así estar segura que el estímulo o ejercicio que propones sea pertinente para su momento.

Primer paso

Plantea cosas simples como trazar, dibujar, ensartar, trasvasar, rasgar o arrugar papel, modelar con alguna masa, cortar en líneas rectas o zigzagueantes o punzar sobre alguna superficie blandita y acolchada. Todas son actividades fáciles de realizar para las que seguro siempre tendrás algún material a mano. 

De todas estas, sin duda una de las favoritas para los niños es amasar. Y es que amasar es una actividad cautivante, rica y que aporta grandes beneficios en el desarrollo de la motricidad fina, ya que involucra coordinación, sensorialidad, concentración y el uso de la fuerza en las manitos de tus hijos. Puedes hacer masas en casa con harina, maizena y agua, pero claro, debes estar psicológicamente preparada para que tu sala quede como un salón de arte al final de un día de clases. Peor si esto no es lo tuyo, también puedes valerte de masas que vienen listas para ser usadas y no destruirán tu hogar durante el juego y la exploración. 

Probemos con Funny Putty

Si es esto lo que buscas, Funny Putty es perfecta para ti, ¿la conoces?. Es una masa ligera que viene lista para usar y disfrutar. No se seca y tus niños pueden llevarla en la mochila, bolsillo o bolso a todos lados. Funny Putty es una suerte de Slime que no requiere preparación. Es versátil y rica al tacto y además de ser elástica, tiene una particularidad que otras masas de similares características no poseen: !Rebota! 

Invíta a tus niños a probarla y hagan juntos:
1. Bolitas de distintos tamaños para reforzar la coordinación entre ambas manos
2. Amasen gusanitos mientras trabajan en la concentración de los niños
3. Estírenla con todas sus ganas para ver quién tienen manos más fuertes
4. Por último, corran tras una pelotita que rebota sin parar mientras mueven todos su cuerpo trabajando la motricidad gruesa a la par de la fina.

Como ves, aportar en el correcto desarrollo de tus hijos no es complicado y menos imposible, así que anímate a probar esta opción y disfruta del tiempo que pasas con ellos mientras alimentan sus dotes artísticas y despiertan sus muchos talentos.