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Estudiar con música o sin música ¿Qué es mejor?

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¿Cuál sería el soundtrack de tu vida si tuvieras que elegirlo hoy mismo? ¿Pensaste alguna vez en la importancia que tiene la música en tu vida? La música es la compañera perfecta para cualquier ocasión y situación, crea el ambiente preciso para cada cosa que te propones hacer, ya sea salir a correr, poner en orden tu habitación o empezar un nuevo proyecto de arte y, en el dinámico mundo de todo estudiante, la música ha encontrado su lugar como una compañera infalible capaz de ponerte en el mood correcto. 

La música acompaña cada nueva experiencia o responsabilidad que debas cumplir y con frecuencia es considerada una aliada, capaz de mejorar tu concentración y productividad. La música se ha vuelto parte del repertorio diario de todos y es tan necesaria para vivir que acompaña incluso el tranquilo tiempo de estudio. Para muchos, estudiar acompañados del sonido de una buena banda de folk, un ritmo electrónico, música instrumental o algo de k-pop es un must al momento de hacer un trabajo o prepararse para un examen, mientras que para otros rechazan por completo la música al momento de estudiar , pues consideran que es una distracción innecesaria. 

Entonces, ¿qué es mejor, estudiar con o sin música? En este artículo exploraremos los beneficios y desafíos de escuchar música mientras estudias y haces trabajos para el cole o la universidad y si la música es lo tuyo al momento del estudio, te dejamos algunas recomendaciones para elegir lo mejor para ese momento.

Beneficios de la música en el cerebro

Estudiar con música o sin música ¿qué es mejor?

Numerosos estudios respaldan la idea de que la música puede tener impactos positivos en el cerebro. Un estudio publicado en la revista "Psychological Science" en 2007 encontró que la música clásica mejora temporalmente las habilidades cognitivas espaciales. Además, investigaciones del "Journal of Educational Psychology" sugieren que la música puede tener un impacto positivo en el rendimiento académico al mejorar la memoria y la atención de los estudiantes.

Escuchar música nos ayuda en el difícil proceso de la concentración, favoreciendo a la memoria y a la comprensión, pero además estimula varias áreas del cerebro y la producción de sustancias como óxido nítrico (vasodilatador), serotonina y dopamina. Ayuda a reducir los niveles de cortisol, hormona responsable del estrés y la ansiedad y coloca al cerebro en modo relajado, lo que permite que el aprendizaje suceda con menor esfuerzo.

Cómo afecta la música tu mente durante el estudio

Cuando escuchas música mientras estudias, tu cerebro se ve inmerso en una actividad multitarea. Un estudio de la Universidad de Phoenix señala que la música puede actuar como un estímulo adicional, mejorando la retención de información y facilitando la conexión entre conceptos. Sin embargo, investigaciones del "Journal of Experimental Psychology" advierten que la música puede ser un estímulo muy poderoso y esta sobreestimulación puede resultar contraproducente para algunos, ya que distraerse con la letra de una canción o el ritmo puede dificultar la concentración en la tarea principal.

Aspectos poco positivos 

Estudiar con música o sin música ¿qué es mejor?

A pesar de los beneficios, estudiar con música también tiene sus desventajas. Investigaciones de la Universidad de Barcelona sugieren que, en tareas que requieren un procesamiento profundo y una concentración extensa, la música puede actuar como una distracción cognitiva, afectando negativamente la calidad del aprendizaje. La sobreestimulación sensorial puede llevar a errores y a una menor retención de información en comparación con el estudio en silencio.

Recomendaciones

Si has decidido estudiar en compañía de un repertorio musical insuperable, es recomendable que tomes en cuenta algunos puntos importantes antes de empezar. Antes de dejar correr tu playlist, ten presentes esto: 

  • Género y ritmo apropiados: De preferencia elige música instrumental, ya que las letras pueden distraerte, pues cuando conoces una canción y la amas, es imposible no cantarla, lo que claramente te desviará de tu objetivo principal durante la lectura. Trata de elegir un estilo de música que se ajuste a tu ritmo natural.
  • Volumen moderado: Ajusta el volumen para que sea lo suficientemente bajo como para no interrumpir tu concentración ni molestar a los demás, y lo suficientemente alto para que te haga compañía de manera amable.
  • Conoce tu tarea: Las tareas creativas pueden beneficiarse mucho más de la música, mientras que tareas analíticas o lecturas profundas y extensas pueden requerir silencio.
  • Experimenta: Prueba diferentes estilos y géneros para descubrir cuál funciona mejor para ti en diferentes situaciones de estudio. Existe un género para cada ocasión y aunque el reggaeton o el trap sean lo que te hace vibrar, la música clásica o relajante pueden sorprenderte.
  • Pausas musicales: Si sientes que la música se vuelve una distracción, inténtalo en intervalos cortos o durante pausas programadas. Permítete momentos de silencio y calma total.

Cada persona es un universo

Aunque la música puede ser un gran beneficio para algunas personas al momento de estudiar, la relación entre la música y el estudio es única para cada individuo. Mientras algunos encuentran inspiración y enfoque en cada acorde y no podrían pasar un exámen de no ser por Muse o ACDC, BTS, Rosalía o Pink Floyd, otros pueden sentir que es imposible no entregarse al ritmo y la emoción que una buena canción ofrece a quien la escucha. La clave radica en comprender cómo la música afecta tu rendimiento y adaptar tu enfoque según tus propias necesidades, fortalezas y dificultades. Experimenta, ajusta y encuentra la armonía perfecta para tu viaje académico. ¿La música es tu musa o distracción? ¡La elección es tuya!

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