Por lo general dedicamos gran cantidad de esfuerzo y trabajo a aprender  a dibujar o a perfeccionar nuestra técnica para dar forma a personajes de distintos estilos con el fin de crear universos fantásticos o de ilustrar historias que van más allá de las estrellas.

Pero con frecuencia olvidamos desarrollar de la misma manera, todos los elementos que acompañan a cada personaje y vuelven aún más increíbles las situaciones en las que los imaginamos. 

Pensamos a nuestra heroína flotando en un remolino de polvos mágicos, mientras absorbe los poderes del magma, o a un chico muy normal en el caos de su habitación rodeado de cómics, manga y algunos posters de BTS  y BLACKPINK, con el viento entrando por su ventana haciendo volar por los aires cada poema o letra de canción escrita por él, y entonces los detalles son tan importantes como el personaje mismo. 

Existen fuerzas de la naturaleza que pueden agregar mucho dramatismo a cada dibujo, como el fuego, el agua, el viento, los rayos o el brillo de estrellas, además de aportar un toque de magia si así lo deseamos.

Hoy hablaremos del viento y de cómo dibujarlo de manera muy sencilla.

Escoge bien tus materiales: 

Empieza con un lápiz suave, luego trabaja con plumones, lápices de colores, rotuladores,  colores acuarelables o acuarelas directamente. Esto dependerá de las herramientas que más domines o de lo que tengas a mano. Es recomendable que empieces por el material que mejor manejas.

Dibuja el movimiento:

Haz una línea suelta que grafique el movimiento que puede hacer una ráfaga de viento que te envuelve mientras caminas por la calle. Que sea larga, en diagonal, con algunas curvas, más ancha en el medio y que empiece y termine en punta o en espirales. 

Define los contornos:

Toma un finepen de color oscuro o negro y delinea el contorno del viento. Haz que la línea sea firme, fluida y ligera para que se sienta etéreo y no como un pedazo de cemento.

Dale color:

Elige 3 tonos de un color y llena el interior con el más claro. Luego con el más oscuro crea los espacios más profundos y usa el tono medio para la transición entre la luz y la sombra.

Brillo:

Usa un resaltador Outliner o Marcatodo metálico para dar unos toques de brillo.

Detalles:

Coloca algunos elementos como hojitas o estrellas alrededor de la ráfaga de viento para enfatizar la fuerza y el movimiento de esta.

¡Listo! No es nada complicado y lo único que necesitas es practicar para seguir desarrollando tu talento artístico. No olvides probar materiales, colores y todas las formas hasta perfeccionar tu técnica. Sin duda tu esfuerzo dará frutos.