* Complete todos los campos
* Complete todos los campos
La crianza de hijos es un viaje emocionante pero desafiante. Con frecuencia nos hacemos una idea de cómo serán nuestros niños, de su trayectoria por la vida académica, de sus logros, de cuán felices y exitosos serán en su vida y mil ideas más. La realidad nos va llevando por caminos que no siempre resultan como los soñamos, aunque eso no tiene por qué ser algo negativo, claramente. Son muchos los puntos que resultan siendo distintos en la práctica y una de las áreas donde los padres a menudo tenemos expectativas poco realistas es en la capacidad de los hijos para mantener la concentración. Es importante recordar que la capacidad de atención de un niño está intrínsecamente relacionada con su etapa de desarrollo y es un proceso. En lugar de juzgar a un niño por su capacidad de atención, debemos comprender que ésta evoluciona con el tiempo.
Este artículo busca aterrizar las expectativas en relación al desarrollo y la atención de los pequeños, descubriendo cuánto dura en promedio la concentración de los niños según su edad y cómo podemos adaptar estrategias para respaldar su crecimiento.
La atención es una habilidad fundamental que implica enfocar y sostener el interés en una tarea, idea o actividad durante un período de tiempo. En los niños, esta capacidad se desarrolla gradualmente a medida que crecen, maduran y se llenan de conocimiento. Entender que la atención no es una habilidad estática, sino un proceso dinámico que se transforma con el tiempo, es esencial para abordar el tema de la concentración en los niños.
Es necesario tener presente que los niños deben realizar actividades cortas, con una duración apropiada para su etapa de desarrollo, que ofrezcan aprendizaje y oportunidad de crecimiento, pues si exceden el tiempo que corresponde a su edad, perderán su propósito y no lograrán el objetivo inicial.
Los niños son particularmente sensibles a cualquier cambio en su entorno y rutina, por lo que existen varios factores externos pueden interrumpir su capacidad para sostener la concentración.
Podemos hablar de situaciones específicas que generen ruidos fuertes como música, construcciones, ruido ocasionado por tráfico vehicular, etc. También podemos hablar de un espacio en el que que existe mucho movimiento de personas a su alrededor, entrando y saliendo de un lugar o hablando y riendo fuertemente, cuando los niños están a punto de realizar una actividad que requiere su concentración.
La presencia de dispositivos electrónicos, es otro elemento distractivo importante de este tiempo, sobre todo cuando los niños están acostumbrados desde muy pequeños a utilizar celulares y tablets como elemento de distracción. i
Los hábitos saludables relacionados al descanso y la alimentación, también son factores determinantes en el proceso de desarrollo de capacidad de atención de niñas y niños. La falta de sueño puede afectar la atención de los niños, así como una alimentación abundante en azúcar, grasa y preservantes, pues afecta el equilibrio bioquímico natural del cerebro de los pequeños.
Como padres, es importante reconocer que éstos factores pueden influir en la capacidad de nuestros hijos para desarrollar la capacidad de atender y concentrarse en actividades de la vida cotidiana, tanto del área social, como en el ámbito académico, por lo que es necesario tomar medidas para minimizar su impacto.
La atención de nuestro hijos no solo está ligada a elementos distractivos externos o a la falta de hábitos y rutinas, existen también factores genéticos y neurológicos que influyen en su concentración. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición que afecta la capacidad para mantener la atención, por lo que es esencial conocer qué es el TDAH y cómo se diferencia de las dificultades de atención típicas en los niños. Además, existen otras condiciones que hacen difícil para un niño sostener su atención en un juego, una canción, en una lectura o una clase cualquiera, como la dislexia o el trastorno del procesamiento sensorial, que crean obstáculos para el aprendizaje. Identificar y abordar estas dificultades de manera adecuada es fundamental para ayudar a los niños a desarrollar habilidades de atención.
Cuando ofrecemos actividades y experiencias a los niños, estas deben estar cuidadosamente pensadas, diseñadas y creadas para su edad y sus intereses. Deben tener además, objetivos claros incluso si se trata de una actividad libre. Cada etapa de desarrollo tiene tiempos estimados durante los que se puede esperar una atención con cantidades de tiempo promedio, pero es necesario recordar que cada niño es único, tiene intereses y necesidades específicas y que responden a los estímulos de las experiencias propuestas, así como al ritmo, energía y sonido de quien guía las actividades.
Consejos para estimular la atención en los niños
Para fomentar la concentración en los niños, es esencial no perder de vista su edad, y el propósito de cada actividad que se les ofrece. Es necesario observar el desarrollo de la actividad para guiarla de manera oportuna, por ejemplo si un juego de psicomotricidad se vuelve muy brusco o si una experiencia con pintura se sale de control o si una lectura arrulla a los niños y los invita a dormir.
Ten presente:
Entender que los niños tienen tiempos y procesos graduales con respecto a su capacidad para mantener la atención, es muy importante, pues nos permite ser padres más informados y comprensivos. Reconocer que la atención evoluciona con el tiempo nos ayuda a ajustar nuestras expectativas y estrategias de apoyo de manera más efectiva. Apoyar a nuestros hijos en el desarrollo de habilidades de atención sólidas es esencial para su éxito a largo plazo en la vida. Aplicando estos consejos y teniendo en cuenta lo compartido en este artículo, sumado a todo nuestro amor, podremos acompañar de manera adecuada a nuestros pequeños y observar con ojos amoroso sus procesos para detectar cualquier dificultad que pudiera necesitar de guía profesional.