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Desde hace un año y medio, vivimos una realidad muy distinta a la que conocíamos. No tenemos la misma libertad para movernos, el temor y la pena son parte de nuestra vida diaria y el encierro nos llena de estrés y ansiedad.
Dentro de este contexto es de vital importancia ocuparnos de nuestra salud emocional y mental, encontrando actividades que ofrezcan calma, serenidad y bienestar.
Las posibilidades varían mucho pues podemos ir desde el ejercicio hasta la meditación, pasando por la repostería, el bricolaje o la melomanía.
Colorear mandalas es un pasatiempo que ha tomado gran protagonismo en el último tiempo, pues al ser una actividad que requiere concentración, minuciosidad y puede ser hecha en cualquier lugar y momento, nos invita a la calma y la introspección, bajandole el volumen a esas cosas que a veces nos hacen ruido en el día a día.
Pensando en la búsqueda del bienestar personal, Artesco ha creado un libro hermoso que se llama “Mandala Planner and coloring Book”. Este libro incluye mandalas para desconectarte, relajarte y recargar tu energía positiva, algunos consejos para perfeccionar tus técnicas y un planner mensual que te ayudará a organizar, trazar y cumplir tus sueños, no importa cuán locos sean estos.
Si tu semana ha sido muy intensa, las clases un alocura o estás a punto de renunciar al teletrabajo, hacer una pausa será lo mejor y el “Mandala Planner and coloring Book” es la herramienta perfecta para desconectarte de todo el caos del día a día y reconectar contigo mismo, inspirarte y organizar tu vida de manera serena, pausada y por lo tanto, eficientemente.
En esta nota te dejamos algunos consejos para que cada mandala que colorées, sea la mejor versión de eso que imaginaste lograr.
Aunque esta práctica puede realizarse en cualquier lugar o momento, es necesario darle la importancia que merece. Escoger un espacio de casa para hacerlo hará que ese momento sea todo lo que esperas. De ser posible se recomienda un lugar iluminado, ordenado y bello, para que la experiencia sea completa.
Este punto debes aplicarlo a todos los aspectos de tu vida. Cada vez que empezamos algo, lo que sea, debemos proponernos terminarlo y disfrutar del proceso aunque este sea complicado. La satisfacción de llegar hasta el final, no tiene precio.
A veces las mandalas pueden ser más profundas de lo que esperamos al comenzar y tal vez tardes mucho en hacerlas, pero cuando hayas terminado, sin duda sentirás orgullo de tu determinación y compromiso.
No todos los plumones, lápices o rotuladores son iguales. Algunos tienen puntas muy suaves o muy finas, otros son intensos en pigmento o muy fáciles de sostener. Sean como sean debes elegir lo que mejor se adapte a tus necesidades. Los plumones Dual Brush Clásicos, Neón y Pastel y los Sketch Marker son perfectos para tus mandalas por sus dos puntas, junto con los Fine Liners Clásicos y Pastel. También puedes usar Colores super intensos, pastel o metálicos, que te ayudarán a crear las sensaciones que estás buscando en casa mandala.
No todas las mandalas son iguales ni tienen el mismo grado de dificultad. Algunas son muy fáciles de completar con espacios amplios y formas amables. Otras son muy complejas, super cargadas de líneas y espacios pequeñitos y van a exigirte tiempo, paciencia y compromiso. Asegúrate de elegir la que se ajuste mejor a tu estado de ánimo y a tus necesidades de ese momento.
Aunque solo tu puedes decidir cómo colorear tus mandalas, se recomienda que empieces de adentro hacia afuera, desde el corazón. Debes dejar de lado todo lo que “se supone que debes hacer” en relación a los colores. Elige sin prejuicios, sin reglas y sin miedo, pues solo así el producto final será un reflejo de tu mundo interior. Tal vez en el proceso no te guste el orden de los colores que has elegido, pero no te detengas y deja que fluyan. Recuerda ser flexible contigo misma y no sobreexigirte. Disfruta de cada trazo y de cada resultado.
Si quieres que tu mandala tenga colores planos, debes colorear de manera uniforme cada plano de color, sin hacer acentos ni puntos luminosos. Pero si quieres lograr volúmenes y la sensación de profundidad, puedes hacer trazos más intensos pegados a las líneas negras que definen las formas y están más cerca del corazón de la mandala, así se reforzará el efecto de que todo parta de adentro hacia afuera.
Al terminar cada mandala, es importante dedicar unos instantes a observar el dibujo terminado, verlo en conjunto, con todos sus colores, sintiendo la energía que lo mueve y dejándonos sorprender por la fuerza que puede contener. Este simple acto de observación nos transmitirá la energía del mandala y toda su belleza.
A veces olvidamos que algo tan natural como dibujar o colorear, pueda ser una actividad que los adultos disfrutemos profundamente. Muchas veces pensamos que solo los niños tienen licencia para sumergirse en este mundo, pero lo cierto es que a través del dibujo o de cualquier otra expresión artística, liberamos nuestro ser, nuestra energía y descubrimos nuestro interior.
No olvidemos que una mandala es la representación de la evolución del universo respecto a un punto central que podemos ser nosotros mismos y nuestra visión de la vida.
Empieza hoy a descubrir lo que hay en ti. Regálate calma y serenidad y explora tus talentos artísticos.