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7 hábitos que debes poner en práctica para estimular tu creatividad al máximo

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Quien dijo que la creatividad solo es cosa de artistas, se equivocó. Todos somos creativos de distintas formas, pues la creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos que ya conocemos y que  luego producirán soluciones originales. La creatividad es sinónimo del "pensamiento original",  y todos tenemos ideas originales dentro de nuestras distintas ocupaciones y estilos.

Pero claro, no podemos confiarnos y dejar que la naturaleza creativa de nuestro ser haga todo el trabajo por nosotros, pues la creatividad y cualquier capacidad o habilidad con la vengamos de fábrica, debe ser estimulada para lograr la excelencia.

¿Alguna vez has pensado cómo estimular tu propia creatividad?. Sin duda esta es una pregunta con muchas posibles respuestas y todas correctas, por cierto. Pero en esta nota te dejamos algunas ideas clave que puedes convertir en hábitos rápidamente para desarrollar toda tu capacidad creativa de forma súper simple y efectiva.

Busca experiencias nuevas:

Para los niños, la rutina y la vida predecible, son una necesidad, pues ofrecen seguridad y confort. Lo mismo sucede con los adultos. Nuestro cerebro busca realizar actividades que ya conoce para sentirse cómodo, lo que a la larga puede ponernos en situaciones de estrés al momento de intentar romper con la rutina.

Es por esto que debemos  crear el hábito de cambiar ciertas cosas en nuestras formas y costumbres. No tienen que ser cambios radicales, las cosas pequeñas también son importantes, como cuando te animas a salir con tus amigas una tarde cualquiera sin haberlo planeado, o cuando vas a un restaurante y pides eso que jamás probaste antes. Debemos buscar nuevas experiencias en cada cosa que hacemos. Hasta el cambio más pequeño puede hacer una gran diferencia.

Apúntalo todo:

Estamos tomando un café a dos metros de la persona más cercana y de pronto, ¡Zas!, Nos llegó una idea genial para la receta más deliciosa que será el éxito de nuestra pastelería, o al fin descubrimos cómo solucionar ese nudo en la programación de la página web que estamos haciendo, o simplemente se nos ocurrió la mejor respuesta para esa pregunta que no queremos que nos hagan. No importa cuáles sean, las ideas llegan sorpresivamente y se van de la misma manera si no las atrapamos rápido. 

Lleva contigo una libreta y un lápìz a donde vayas y apuntalo todo. A veces apuntarás las cosas más tontas o divertidas y otras veces serán grandes soluciones o ideas  innovadoras.

Suelta la tecnología:

Pasamos gran parte del tiempo sentados frente a una compu o trabajando desde el teléfono y hemos incorporado toda clase de tecnología para resolver y facilitar  tareas de la vida cotidiana. Es tiempo de usar nuestras manos y hacerlo nostros mismos. 

Busca construir un espacio de calma que se aleje de los botones, las teclas y los “clicks” para reconectar contigo y con las herramientas y materiales que aún andan por ahí. Toma un papel, plumones y resaltadores y haz un mapa mental de eso que necesitas resolver. Usa una pizarra que te ayude a visibilizar todas tus ideas y cualquier otro material que te lleve a la solución. 

Rompe el molde:

Experimentar cosas nuevas y simples, como ya dijimos, es una gran manera de estimular nuestro lado creativo, es por esto que puedes proponerte a tí mismo, ir al extremo, salirte de las líneas, romper el molde y ver qué pasa. Si tu vida gira en torno a los números y las líneas rectas, prueba hacer algo totalmente diferente como llevar un curso de acuarela. Si trabajas en atención al público, intenta crear una prenda de vestir o si pasas el día entero sentada en tu escritorio, sal a caminar, rueda por el jardín de un parque o nada en el mar. Rompe con la rutina e invítate a probar cosas que no conoces y a conocer el  mundo que viven otros.

Tu niño interior:

Una de las cualidades más maravillosas de los niños, es su capacidad para sorprenderse de todo lo que los rodea.  La sorpresa nos regala la posibilidad de seguir descubriendo el mundo y de seguir descubriéndonos a nosotros mismos. La sorpresa rompe con la rutina y nos invita a encontrar soluciones y respuestas y nos mantiene curiosos y con ganas de seguir aprendiendo. Deja que tu niño interior sea curioso y haga mil preguntas sobre todo lo que ves o quieres saber. Usa las herramientas que tengas a mano para responder a tus preguntas y disfruta  de las ideas nuevas que llegarán a tí. 

Las críticas constructivas alimentan:

Mostrar nuestro trabajo, sea creativo o muy analítico, no es fácil, pues no siempre estamos preparados para escuchar opiniones negativas o estamos muy seguros de que lo que hicimos es perfecto.

No sientas temor a las críticas que pueden ayudarte a  construir nuevas ideas, a mejorar las que ya tienes o a descartar las que no funcionan. Las opiniones de terceras personas, pueden alimentar tu propio universo y nutrir tu mundo creativo. Pero debes confiar en tí y quedarte con lo bueno y lo útil para desechar lo que no te sirve.

Dale descanso a tu cerebro:

Así como es muy necesario y productivo estimular nuestra creatividad y mantener el cerebro activo, también es necesario darle momentos de descanso. Realiza actividades que te permitan distraer tu atención, relajarte y alejarte de la tensión que nos producen el trabajo, los estudios y cualquier otro tema que tengamos “pendiente”. 

Medita, respira, teje, borda, corre, baila, escucha música. Te sorprenderá como algunas de las mejores ideas de la vida, surgen en los momentos de más desconección. 

Todos somos (o podemos ser) creativos. Para algunas personas es más sencillo crear imágenes, sonidos, experiencias o ideas, pero con un poco de trabajo, hábitos positivos y muchas ganas, nuestra creatividad y talento comenzarán a fluir y no se detendrán.

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