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Dibujar es uno de los placeres de la vida. Ser capaces de plasmar lo que imaginamos y de la forma más fiel posible, es sin duda motivo de orgullo y satisfacción, además de ser una herramienta para comunicar y compartir nuestro mundo interior.
Pero muchas veces nos detenemos por miedo al fracaso, incluso antes de intentarlo, pues es muy común pensar que solo los artistas pueden hacerlo y nosotros no lo somos. Pues tenemos una noticia para ti: “todos podemos dibujar”.
Existen muchas formas de acercarnos al dibujo y distintos estilos que nos pueden resultar más simples y hasta amigables en un comienzo, como por ejemplo el dibujo Kawaii. ¿Lo conoces?.
Este estilo de dibujo tiene origen japonés y su nombre significa “lindo, bonito o tierno”, por lo que sus personajes suelen ser justamente eso.
El estilo de dibujo Kawaii tiene algunas características principales que refuerzan su ternura, haciendo muy sencillo iniciarse en este tipo de dibujo, como por ejemplo las líneas redondeadas, formas simplificadas, cabezas grandes, cuerpos gorditos y grandes ojos en cada personaje.
En esta nota te contamos algunos secretos que te ayudarán a convertirte en experto en este estilo de dibujo. ¿Comenzamos?
Cada personaje Kawaii se caracteriza por estar construido sobre una base de formas geométricas como círculos, cuadrados, triángulos, etc. Estas formas han sido suavizadas en sus esquinas hasta no tener ángulos rectos o puntas agudas.
Los rasgos de la cara son indispensables para lograr ese aspecto súper tierno que poseen los personajes Kawaii, pero el secreto es ubicarlos de tal forma que la boca esté casi al mismo nivel que los ojos y no por debajo de ellos, o al menos muy cerquita. Busca referencias y vas a descubrir que esto sucede con muchísima frecuencia.
Los ojitos del estilo Kawaii suelen ser grandes y poseen un brillo que captura la atención del espectador, sí o sí. Para lograr estos ojitos cautivadores debemos dibujar un círculo grande, llnarlo de color negro y dejar dos circulitos blancos para darle la sensación de brillo y movimiento. Con este tip no fallaremos si lo que buscamos es ternura pura.
Si nuestro personaje es muy pequeñito, podemos usar solo dos puntitos negros para los ojoso, pero es recomendable hacerlos brillantes.
En el estilo Kawaii casi cualquier cosa puede convertirse en un personaje adorable: un helado, un lápiz o un teléfono celular, pero si queremos representar a un personaje humano, debemos aplicar extrañas proporciones, en las que la cabeza es del mismo tamaño que el resto del cuerpo.
Como los dibujos Kawaii son tan simples, es casi imposible lograr diferenciar a un personaje joven de uno muy mayor, por lo que podemos aplicar un truco muy sencillo. Cuando dibujamos el rostro de nuestros personajes, colocamos la cara en la parte inferior de la cabeza si es un niño, a la mitad si es un adolescente y en la parte de arriba si es un adulto. Pequeños detalles como estos pueden hacer una gran diferencia en los dibujos que realicemos.
Como ya sabemos el dibujo Kawaii es sencillo y minimalista, por lo que si queremos hacer un dibujo o transformar un personaje en Kawaii, debemos reducir al mínimo los detalles.
Al momento de hacer un dibujo Kawaii, debemos tener siempre muy presente que todo es redondo, suave y curvilíneo. Esto le da a los dibujos de este estilo un aspecto casi infantil y por lo tanto más tierno y adorable. Es por esto que debemos evitar las puntas o ángulos duros, y solo utilizarlos si es muy necesario.
Una vez que hemos realizado el dibujo de nuestro personaje lindo y dulce, debemos colocar algunos elementos igual de sencillos alrededor de este. Cosas súper bonitas como estrellitas, burbujas, chispas o corazones, son los elementos ideales para hacer aún más “cute” nuestro adorable personaje.
Aunque el mundo Kawaii es un universo colorido en general, cada personaje tiene una cantidad reducida de colores en sí mismo. No se trata de saturar a un solo personaje con muchos colores en su interior, sino de hacerlo simple como su propia forma. Usar 2 o 3 colores planos, será suficiente para darle identidad. Inclinarnos por el uso de los tonos pastel siempre es una buena idea y tomar algún color brillante para dar un acento, también lo es.
Los dibujos Kawaii suelen representar momentos felices, ternura, dulzura e inocencia, por lo que cuando hagamos un dibujo de este estilo, es a eso a lo que debemos apuntar. Los gestos de los personajes deben representar estos sentimientos para lograr justo lo que queremos.
El objetivo es descubrir lo buenos que somos en el mundo del dibujo y podemos empezar por este estilo para sentirnos cómodos y confiados y poco a poco ir escalando en el grado de dificultad de lo que queramos lograr. Lo cierto es que este tipo de dibujos acompañan muy bien un Bullet Journal, pues le suman identidad, frescura y creatividad.
Anímate e inténtalo hoy mismo y verás lo bueno que eres dibujando.