A través de la lectura podemos hacer crecer nuestro mundo de manera infinita, aprendiendo sobre el cuerpo, sobre el suelo, sobre el universo, el arte y la historia de la humanidad. A través de la lectura podemos conocernos a nosotros mismos y entender el “por qué” de todo lo que nos rodea. Cuando estás en la escuela, en el instituto o la universidad, tienes que leer gran cantidad de textos para recolectar todo ese conocimiento que aguarda por ti, pero no siempre es fácil retener tanta información y no es raro que olvides un parte importante de lo que lees cada día.

Afortunadamente puedes mejorar la forma en la que estudias, aprendiendo técnicas que van a potenciar tu capacidad para retener y comprender lo que lees. Poner en práctica estas técnicas al momento de estudiar, el aprendizaje se volverá más sencillo y los resultados serán evidentes en poco tiempo.

Consejos que debes aplicar desde el día uno

Lo primero que debes hacer es prestar atención durante la clase. Lo más probable es que el texto que vas a leer esté relacionado con una clase a la que ya asististe, por lo que si has estado atenta a lo que se dijo y vió en esa sesión, entender lo que lees y retenerlo va a ser mucho más sencillo. A veces estar sentada en primera fila, aunque tus amigos estén en la última, es la mejor forma de concentrarse y aprovechar la explicación de los maestros. No te distraigas con mensajes o historias durante las clases, estar presente es lo mejor que puedes hacer, esto te va a permitir tomar buenos apuntes, claros y coherentes que luego te servirán perfectamente como material de estudio.

Técnicas para entender y retener lo que lees

Estos 8 consejos son útiles y muy sencillos y no requieren grandes cambios en tu rutina, por lo que no vas a tener ningún problema al momento de ponerlos en práctica.

Revisa todo el texto: conoce tu libro o tu fuente de información. Revisa sus capítulos, sus títulos, el índice. Familiarízate con el objeto y su contenido.

Toma nota: Si sientes que es necesario, haz algunos apuntes sobre lo que lees capítulo por capítulo, de esta manera tendrás un pequeño resumen de lo que has leído y será más sencillo retener el concepto principal de todas esas ideas.

Palabras nuevas: Cuando lees un texto sobre todo uno complicado, las palabrasque no conoces van a estar muy presentes, por lo que tener un diccionario al lado para disipar tus dudas sobre su significado es una excelente forma de lograr comprender lo que lees.

Paso a paso: Cuando tienes mucho que leer debes ir por partes. La mejor forma de no sentirte abrumada por la cantidad de material que debes revisar, es hacerlo de a pocos, pues la idea es estar emocionalmente preparada para la tarea que vas a comenzar y no sentirte ansiosa porque “es mucho”. Divide tus pendientes por bloques y haz pausa entre cada 30 minutos de estudio, así tu cerebro estará fresco para continuar con la lectura y será mucho más sencillo que comprendas realmente lo que estás leyendo. Ve con calma y haz un planner semanal que te ayude a organizar tu tiempo para tus estudios y tus responsabilidades.

Entra a esta nota Cómo organizar tu semana y entérate de todo lo que necesitas saber para hacer tu propio planner semanal.

Lee en voz alta: Cuando sientes que el silencio ya no te ayuda a estudiar, lo mejor es empezar a hacer algo de ruido, pero nada que te saque de tus tareas, solo lo justo para que no te duermas. Leer en voz alta te va a reactivar lo suficiente como para seguir en lo que estás haciendo y ser aún más consciente de lo que lees. 

Un texto en físico: Si está dentro de tus posibilidades, te recomendamos leer un libro o un texto que puedas sostener con tus propias manos, donde puedas subrayar lo que necesitas al mismo tiempo que pasas la yema de tus dedos por entre sus letras. La lectura desde un aparato digital, puede llevarte  fácilmente a desconectarte de lo que estás haciendo y distraerte al revisar un mensaje, ver una página o pegarte con el video de la canción que está sonando.

Asocia palabras: mientras lees vas aa encontrar palabras clave que reúnan gran parte del sentido del texto que estás leyendo. Márcalas de la mejor manera y te ayudarán a recordar el sentido de lo que has leído.

Comprensión y no memoria: Cuando lees no debes buscar memorizar cada texto, si no entenderlo profundamente. De esta manera podrás traducirlo en tus propias palabras y siempre será coherente, pero si tratas de memorizar sin comprender y olvidas una palabra, puede ser que termines repitiendo algo totalmente absurdo.

A estos 8 consejos sencillos debes sumarle un buen descanso diario, una alimentación balanceada, ejercicio y tiempo librete para que siempre estés en las mejores condiciones físicas, anímicas y mentales. Siempre puedes mejorar lo que haces y cómo lo haces, pero recuerda ser amable contigo, celebrar tus logros y felicitarte por tu esfuerzo y no exigir más de la cuenta. Tu bienestar es lo más importante y el equilibrio entre tus responsabilidades y tu salud, dependen de ti.