Llegó el verano y con él el sol, la luz bonita, las flores coloridas, el verde de los árboles, los pajaritos y su trino, el calor y las ganas de nuestros niños de  jugar y descubrir cosas nuevas. El verano los llena de energía y los chicos quieren ir al parque, a la playa, montar bici, pintar, hacer un poco de música y relacionarse con sus amigos del cole o del barrio. Pero claro, tú sigues trabajando y no tienes las mañanas o las tardes libres para acompañar a tus niños a cada momento, por lo que matricularlos en algún taller de verano, suena como una buena idea.

Hasta hace algún tiempo, cuando llegaban las vacaciones escolares los talleres de verano hacían su aparición y nuestros niños eran inscritos en cuanta clase nos permitía el presupuesto familiar, pero hoy atravesamos una época complicada y existen puntos importantes que debemos tomar en cuenta antes de decidir inscribir a nuestros pequeños en una clase presencial de verano. 

Pero independientemente de la pandemia, los talleres de verano son actividades que benefician profundamente a nuestros niños, pues se trata de encontrar actividades que potencien sus habilidades naturales y que aporten de manera positiva en la construcción de su identidad, a diferencia de lo que se acostumbraba, donde se trataba de llenar horas muertas para que demanden menos de nosotros. Los talleres de verano pueden  ayudar a nuestras niñas y niños a encontrar eso en lo que son realmente buenos y sembrar en ellos la pasión por una actividad que hará más rica y completa su vida de adultos.

¿Suena como algo que quisieras para tus niños?. Si la respuesta es sí y ya decidiste hacerlo, es el momento de conversar en familia sobre cómo cuidarnos mucho y buscar la mejor opción para cada uno de tus hijos.

En esta nota te contamos un poco sobre los beneficios de algunas actividades que tus hijos pueden hacer este verano. 

Consideraciones importantes

Cómo elegir un taller de verano:

El primer paso que debes dar es conversar con tus niños sobre lo que más les gusta hacer y buscar una clase afín a sus preferencias. Si lo que les interesa es el deporte, unas clases de voley, fútbol, básquet o surf podrían tenerlos muy motivados. Si el arte es algo que disfrutan mucho, unas clases de cerámica, pintura, collage o dibujo, seguro serán muy positivas en estas vacaciones.  Pero tal vez tus niños prefieren una experiencia colectiva donde el teatro o la danza serían la mejor opción.

No importa lo que elijan tus niños, lo importante es que los apasione y los haga salir de cada clase con una gran sonrisa y ganas de volver al día siguiente.

Protocolos de bioseguridad:

La pandemia nos ha dejado una sensación de incertidumbre e inseguridad que con frecuencia es difícil de manejar. Es por esto que al momento de buscar y elegir un taller de verano, es muy importante que los maestros y el espacio donde se desarrollen las clases, cumplan con todos los protocolos de bioseguridad por el bienestar de los niños, de tu familia y la tranquilidad de todos.

Espacios ventilados o al aire libre, grupos pequeños y el uso correcto de mascarillas en todo momento, son la clave para una experiencia positiva para niños y adultos.

Talleres:

Las posibilidades son muchas y muy distintas, así como los gustos y personalidad de nuestras hijas e hijos. La variedad de opciones hace que cada niña y niño pueda encontrar la actividad que más se acomode a sus habilidades y sus gustos.

No olvides buscar actividades de acuerdo a la edad de tus niños, pues por hermosas y divertidas que puedan ser las clases de narración literaria, difícilmente serían de provecho para un niño de 5 años.

Aquí te contamos los beneficios de algunas posibilidades de talleres de verano, por si son lo que estás buscando para tus pequeños.

Manualidades:

Esta actividad es de mucho beneficio para el desarrollo de la motricidad fina, ya que requiere de un trabajo minucioso de manos y dedos, estimulando la coordinación y la concentración de los niños.

Las manualidades potencian la creatividad y la paciencia, por lo que ayudan a combatir el estrés y la ansiedad infantil.

Además los niños aprenden a encontrar soluciones, a reutilizar objetos y materiales y obtienen herramientas que pueden aplicar en su vida de adultos al desarrollar técnicas para montar un negocio propio.

Clases de cajón:

La música es muy importante en el proceso de crecimiento de tus hijos, pues ayuda a  desarrollar la atención y las habilidades cognitivas de los niños y los adolescentes. La música potencia el lenguaje, la psicomotricidad fina, las capacidades lógico matemáticas de los niños y desarrolla la empatía y la apreciación por la belleza.

Dentro del abanico de posibilidades que ofrecen los instrumentos musicales, el Cajón Peruano es sin duda una opción maravillosa, no solo por los beneficios que ya mencionamos, si no porque conecta a los niños con la historia y el origen de su propia cultura.

Tocar el cajón es una actividad enérgica que libera tensiones y trabaja la concentración y coordinación de las niñas y niños.

Dibujo y pintura:

Las actividades de tipo artístico amplían la visión del mundo que rodea a los niños, los sensibiliza y los vuelve empáticos. La observación los ayuda a entender lo que sucede a su alrededor y a interpretar la realidad con líneas, colores, texturas y sensaciones. Los talleres artísticos como dibujo y pintura, suman en la construcción de la capacidad de síntesis de los niños. Mejora también su concentración y paciencia, fomenta la creatividad e imaginación y mejora significativamente su capacidad de análisis. 

Piano y canto:

El piano, así como la guitarra, es un instrumento base para cualquier creación musical, aunque aprender a tocar piano toma tiempo, esfuerzo y dedicación, con constancia y muchas ganas todo es posible. Es recomendable tener un piano o un teclado en casa para poder practicar a diario y lograr los objetivos de las clases en el tiempo que los maestros propongan. 

Aunque un piano no es fácil de obtener y trasladar, todos los niños poseen un instrumento maravilloso que pueden llevar consigo a donde vayan, y es su voz. Las clases de canto les permitirán aprender a manejar y modularla, y en ese proceso aprenderán a respirar de manera consciente para regular la potencia de este gran instrumento. Aprender a cantar también mejora la dicción y la pronunciación de las vocales, junto con una correcta entonación de las frases al momento de una conversación. Cantar hace que el cerebro produzca endorfinas lo que hará que los niños se sientan felices y a gusto al mismo tiempo que las respiraciones profundas mejoran el sistema circulatorio. Por lo tanto, relacionarnos con la música y sus distintas formas, beneficia no solo a la parte intangible del ser, sino al cuerpo mismo, también.

Danza:

Es más que movimiento, es una forma de comunicación no verbal que expresa emociones y sentimientos. La danza es una forma de arte que ofrece gran cantidad de beneficios a niños y adultos. A través de ella el cuerpo y la mente se mantienen saludables, pues no solo es una actividad divertida si no que es una forma muy dinámica de mantener el cuerpo en forma, de evitar el estrés y trabajar en la flexibilidad y elasticidad del cuerpo. 

Para los niños la danza es una manera lúdica de aumentar la fuerza y resistencia muscular, de desarrollar su coordinación, mejorar su comunicación y comportamiento social y, dependiendo del tipo de baile que aprendan, los conecta con las costumbres del país de origen de cada danza.

Las opciones son muchas, por lo que todos los niños tienen la posibilidad de encontrar  un taller de verano que sea una gran experiencia para ellos y, por lo tanto, también  para tí. Solo necesitas elegir con cuidado y elegir bien.

Anímate a ayudar a tus niños a probar, conocer, descubrir y divertirse mientras desarrollan todo su talento y creatividad.