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Nuestros niños vuelven a la escuela y llevan con ellos un montón de emociones, un montón de ideas e historias para compartir y un montón de preguntas que buscan respuesta. En este regreso a clases, las niñas y niños llevan además una gran mochila, pero no está llena de libros, sino de procedimientos, cuidados y protocolos que no pueden olvidar pues significan salud y bienestar, como el lavado de manos, la distancia y el uso de una mascarilla.
Hemos tenido que aprender a vivir con una mascarilla cuando estamos fuera de casa o con otras personas. Esto no solo nos ha protegido porque evita el contagio de este virus, también nos ha quitado la sonrisa compartida a la distancia, los labios rojos cuando nos hacen falta y definitivamente ha hecho más difícil la comunicación entre las personas, pues al no ver el movimiento de los labios que acompañan el sonido de las palabras, sin duda entendemos con menos claridad lo que otros dicen. Lo mismo sucede con los niños, para quienes es aún más complicado aprender a comunicarse a través de una mascarilla.
Pero la pandemia aún no termina y el uso de los tapabocas es un requerimiento para compartir espacios con otras personas, ya sea en el supermercado, la sala de espera en el consultorio de un médico o un salón de clases, y en esta vuelta al colegio nuestros niños deberán pasar muchas horas usándolas durante la semana.
Gran cantidad de niñas y niños se han convertido en verdaderos expertos de la bioseguridad durante estos dos años y tienen muy claros los cuidados que se requieren para poder ver a sus amigos, volver al cole o visitar a los abuelos en casa. Pero en muchos casos los pequeños no han logrado adaptarse bien a estas medidas, creando un verdadero problema en algunas familias, pues en las clases presenciales el uso de mascarillas no es negociable.
¿Quieres saber más sobre el uso de las mascarillas y cómo ayudar a tus niños a sentirse más cómodos usándolas?. En esta nota te vamos a guiar con algunos consejos que pueden despejar tus dudas con respecto a este tema.
Los médicos recomiendan que el uso de mascarillas en los niños no suceda antes de los dos años, pues los más pequeños sufren riesgo de asfixia al no tener un total control psicomotor de su cuerpo.
No todos los niños se van a sentir cómodos usando un objeto que tape nariz y boca y menos por largos periodos de tiempo. Forzarlos a llevar la mascarilla no dará buenos resultados, por lo que existen otras alternativas que podemos poner en práctica para lograr un escenario más positivo.
Los niños deben seguir los mismos pasos que los adultos con respecto al uso de una mascarilla:
Aunque son un accesorio necesario para preservar nuestra salud hoy en día, existen algunos puntos que pueden considerarse negativos sobre el uso de las mascarillas. La piel de los niños suele ser muy sensible a las distintas temperaturas, a la humedad y hasta al mismo sudor de los niños. Las mascarillas crean una suerte de efecto invernadero que puede producir alergias, sarpullidos, granitos, prurito, irritación o dermatitis. Si estos síntomas aparecen en la piel de los niños, se recomienda contactar de inmediato a un especialista.
Las mascarillas podrían ser un obstáculo en el aprendizaje de algunos niños al no dejar ver el rostros de compañeros y maestros en su totalidad. El mensaje de los maestros puede no llegar completo a los estudiantes por falta de visibilidad, por lo que los niños deben saber que preguntar está bien y si tienen una duda, deben hacerlo.
El desarrollo social y emocional de los niños más pequeños podría afectarse si no existe un acompañamiento constante basado en la comunicación familiar.
Los niños pequeños deben usar mascarillas de su talla para que cubran la zona de nariz y boca en su totalidad y no queden abiertas en los lados, lleguen al cuello o disminuyan la visibilidad.
Lo más recomendable es el uso de mascarillas de tipo quirúrgico o KN-95 que pueden encontrarse en talla pequeña y con diseños divertidos para los niños. Si los niños se sienten más cómodos utilizando una mascarilla de tela, esta debe acompañarse de una mascarilla quirúrgica que puede colocarse al interior de las capas de la mascarilla de tela, así los niños estarán bien protegidos y cómodos.
En caso los niños no puedan usar una mascarilla por razones médicas, el uso de un protector facial podría ser una solución viable que debe ser conversada con los maestros en la escuela para que tomen en cuenta las necesidades de cada niña y niño.
Lo que se busca al usar una mascarilla es preservar la salud de los niños y las personas a su alrededor. Pero en el caso de las niñas y niños con capacidades diferentes es recomendable evaluarlo con la comunidad educativa dentro del marco de las leyes de la emergencia sanitaria.
Cuando los niños están realizando una actividad grupal, el uso de mascarillas es muy necesario para evitar contagios y propagación del COVID-19. a menos que se esté realizando un deporte incompatible con el uso de una mascarilla como natación, por ejemplo.
La escuela debe ajustar su programa de educación física y deportes a la necesidad del uso de mascarillas para los niños, asegurando que cualquier actividad física que los maestros propongan, sea segura para los niños.
La mochila de las niñas y niños debe ser funcional y debe contner lo que necesitan para pasar el día en la escuela. Se recomienda que no lleven juguetes u otros objetos personales a la escuela para disminuir las posibilidades de un contagio al compartirlas con sus compañeras y compañeros. Esta lista es una guía de lo que los niños deben llevar en su mochila en este regreso a clases presenciales:
Hoy nos toca cuidarnos y pensar en nuestra seguridad más que nunca, aplicando cada recurso que tengamos a mano para mantener el bienestar de nuestras familias.
Usar mascarilla para volver a clases presenciales es una necesidad y un requerimiento de las escuelas, por lo que como madres y padres debemos encontrar la manera de hacer que nuestros niños se sientan lo más cómodos posible al hacerlo. Los niños deben estar seguros y sentirse a salvo cuando vuelvan al colegio y por lo tanto, ofrecerles información adecuada y oportuna sobre los protocolos de bioseguridad, es indispensable.
Hablemos con nuestros hijos con claridad y con verdad, de esta manera ellos entenderán cuán necesario es el uso de una mascarilla y nosotros sabremos que están seguros incluso sin estar a nuestro lado.
Vamos con emoción de vuelta a clases, vamos seguros.