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La importancia de una buena higiene íntima en nuestros pequeños

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Durante los primeros años de la vida de nuestros hijos, nos hacemos cargo de ellos con extrema ternura y cuidado, pues en ese tiempo inicial de la vida de nuestras niñas y niños, ellos y ellas dependen absolutamente de nosotras para comer, para dormir, asearse, reír, jugar y sentirse seguros. Dependen de nosotras para cada cosa, para todo, para vivir y ya.

Una de esas tantas cosas que hacemos con más amor del que podemos cuantificar y explicar, es limpiar esos mini potitos que se ensucian 15 veces al día y lo hacemos con la suavidad que corresponde, el respeto que merecen, el cuidado que requieren y el entusiasmo que sólo una mamá puede sentir al liberar a su bebé de un pañal apestoso.

Pero no hacemos esto solo por amor, lo hacemos sabiendo que la higiene es fundamental para su salud y la higiene de sus órganos genitales, también. Y claro, este cuidado se extiende hasta el momento en el que dejan el pañal y empiezan a  ser grandes, tanto que usan el water como cualquiera de los otros integrantes de la familia y continúa hasta que tenemos la certeza de que pueden hacerlo solos y pueden hacerlo bien.

Como mamás buscamos el bienestar de nuestras hijas e hijos a cada momento y es por esto que fomentamos la autonomía y la independencia, pues sabemos que serán herramientas fundamentales para su futuro, sobre todo para cuando nosotras ya no estemos a su lado.

Les enseñamos a comer, a caminar, a correr, a jugar y a ir al baño solos. Y es en este punto donde nos detenemos para hacer una de las pocas diferencias que existen entre las niñas y los niños y es el cómo deben limpiarse después de ir al baño. 

Sus cuerpos son igualmente delicados, pero por su forma, la zona íntima de las niñas es más propensa a infecciones si es que no está bien limpia.

Y esto no quiere decir ni por un momento que debamos relajarnos con respecto a la higiene de los niños, pero sí es muy importante dedicar todo el tiempo que sea necesario para enseñar a nuestras niñas cómo deben limpiarse. Por eso es necesario supervisar esta acción mientras ellas logran perfeccionar la técnica y se vuelven unas verdaderas expertas en ello.

Y como a veces las tareas diarias nos distraen y lo urgente no nos deja tiempo para lo importante, hoy hacemos una lista de recomendaciones para que podamos acompañar a nuestras niñas y niños en este delicado y emocionante  proceso de hacerse grandes:

Para nuestras niñas:

Si usan pañal

Es fundamental que las cambiemos cuantas veces sea necesario para evitar escaldaduras, pues si no lo hacemos su pilita producirá una irritación muy incómoda y dolorosa. Debemos limpiarlas con agua tibia y algodón o paños húmedos muy suaves, asegurándonos de entrar en cada pliegue y dejarlo limpio,tanto en la zona genital, como la de sus piernas.

Es necesario  acompañarlas mientras aprenden cómo hacer todo solas. Por esto nos asegurarnos que el inodoro que usen esté limpio, si es que no es el de casita, claro. Que usen papel, y que su ropita interior no toque el suelo o el borde del water.  Es importante que se sienten con las piernitas ligeramente separadas y así evitar que sus muslos pequeñitos se mojen con pilita, pero sobre todo debemos enseñarles a pedir nuestra ayuda mientras son pequeñas, para asegurarnos de evitar infecciones por una mala higiene.

Nos limpiamos de adelante hacia atrás

Nos limpiamos desde adelante hacia atrás y nunca en el sentido contrario. Lo hacemos con suavidad y cuantas veces sea necesario, cambiando de papel higiénico cada vez. La zona genital de nuestras niñas debe quedar sequita y sin residuos de papel o toallitas húmedas, pues esto podría causar irritación y desencadenar alguna infección. Es recomendable usar papel sin color y sin olor.

Productos suaves

Si decidimos usar algún producto especial para la limpieza de la zona íntima de nuestras niñas (y niños), debe ser siempre uno muy suave y delicado, de preferencia con ph neutro, sin olores ni colores añadidos. Tal vez algún producto natural u orgánico podría ser una buena opción. Pero si tenemos alguna duda, lo mejor será recurrir a la opinión experta del pediatra. Evitemos las sales de baño o espumas para adulto que podrían causar irritación en esta parte tan delicada del cuerpo.

Revisar la ropita interior.

Las niñas con buenos hábitos de higiene y buena salud, no deberían presentar ningún tipo de flujo, por lo que debemos revisar cada día su ropita interior para detectar una posible infección o la presencia de hongos. El flujo amarillo, verdoso o de mal olor, es un claro indicativo de una infección y debe ser tratada de inmediato. Es frecuente que los hongos aparezcan en épocas de calor, así que es cuando más pendientes debemos estar de la aparición de estas señales de alarma.

Los calzoncitos 

Así como nosotras, nuestras niñas también deben cambiar sus prendas íntimas todos los días y bañarse antes de hacerlo. Se recomienda colocarles ropita de algodón, pues es más fresca y no produce alergias. Si sufren algún tipo de accidente debemos cambiar sus calzoncitos de inmediato, pues esa humedad puede escaldarlas y producir sarpullido y picazón. De igual manera debemos cambiar las ropas de baño después de ir a la playa, la piscina o hacer algún deporte.

A la hora de jugar 

Es verdad que nuestras niñas se ven  hermosas con vestidos, faldas o tutús, pero lucen igual de bellas con pantalones, shorts o leggins. Cuando ellas se sientan a jugar en la tierra, el jardín o el suelo de cualquier casa, su zona íntima está expuesta a la suciedad, bichos y bacterias, por lo que es recomendable que, si queremos que corran y jueguen sin limitaciones, les pongamos ropa que mantenga protegida esta área tan delicada de sus cuerpitos.  

 

Para nuestros niños

Si usa pañal

Al igual que con las niñas, debemos limpiar y cambiar el pañal cada vez que sea necesario para evitar las escaldaduras. Usar agua o pañitos húmedos para limpiar cualquier residuo de pila o caquita de su pene, y tener mucho cuidado con el prepucio para evitar infecciones.

La puntería es importante

Cuando nuestros niños comienzan a usar el water o la bacinica, no son tan diestros con el camino que recorre su pilita y su ropa suele sufrir más de una accidente, por lo que debemos ayudarlos a embocar sosteniéndo su pene las primeras veces, hasta que ellos puedan hacerlo solos. Aunque nos queda claro que sin duda tomará algo de tiempo lograrlo, 

Evitemos las gotitas

Así como las niñas deben secarse muy bien después de ir al baño a hacer pilita, pues no está demás que nuestros niños también lo hagan.  Sacudirse el pene  después de terminar de mixionar, es una forma de evitar que la pilita se quede en la piel y la ropita interior, pero podemos enseñar a nuestros niños a secarse con papel higiénico y así quedar aún más secos y por lo tantos, más limpios y más sanos.

Durante el baño

Debemos acompañar a nuestros niños durante la hora del baño para enseñarles cómo deben lavar su cuerpo, desde la cabeza a los pies, pasando por la zona genital. Los niños no circuncidados deben aprender a ser extra cuidadosos con el prepucio, pues de manipularlo con mucha fuerza, podrían generar una irritación muy dolorosa.

Bien limpios

Al igual que en la higiene de las niñas, los paños húmedos pueden ser una herramienta muy apropiada, sobre todo en la etapa de aprendizaje, mientras nuestros niños alcanzan la destreza para atenderse solos.

Los pañitos húmedos siempre son una buena opción para facilitar la limpieza de la zona genital de nuestros hijos, y hacen que sea más sencillo para ellas y ellos mientras aprenden cómo hacerlo. Luego de los pañitos, es recomendable usar papel higiénico para que no quede ni un poquito de humedad.

Pero tal vez lo más importante que debemos enseñar a nuestros niños y niñas, es que cada vez que van al baño, deben lavar sus manos con agua y jabón, antes y después de terminada su labor, pues sus órganos genitales están muy cerca del recto y si no ponemos énfasis en este punto, podrían sufrir alguna enfermedad por contacto fecal. 

El baño diario, el lavado de manos, el cambio de ropita interior y la atención a los detalles, son los hábitos más importante que debemos enseñar  y siguiendo los consejos de higiene íntima en los niños y niñas y enseñándoles a preocuparse de su aseo personal, irán consolidando estos hábitos fundamentales para su salud y su vida diaria.

Pero no perdamos la calma, cuidar de nuestras niñas y nuestros niños no es tan complicado como parece algunas veces. Solo requiere paciencia, muchas ganas de hacerlo bien y un montón de amor.



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