DISTRIBUIDORES

* Complete todos los campos

CLUB MAESTRO

* Complete todos los campos

Hambre emocional: ¿Qué es y cómo afrontarla?

Blog Single

¿Te ha pasado que tienes hambre pero de todo y de nada al mismo tiempo? No importa si acabas de terminar de cenar o de almorzar, tienes la necesidad adormecida de seguir comiendo. Pues esto es lo que llaman Hambre Emocional y te vamos a contar de qué se trata y te daremos algunos consejos para manejar de manera positiva esa extraña sensación.

El hambre emocional no está realmente relacionado con el apetito en respuesta a una necesidad fidiológocia, si no a alguna carencia o problema con nuestras emociones que no hemos logrado resolver. El hambre emocional muchas veces está ligado a la pena, al estrés, ansiedad, tristeza y en algunos casos, al simple aburrimiento. Este es un hambre que viene de la mente y del corazón y no se regula a partir del estómago.

¿De qué hablamos cuando nos referimos a un hambre que viene del sentimiento?

Nos referimos a ese estado en el que comemos sin tener hambre realmente y que se convierte en una forma de trastorno alimentario relacionado a los conflictos anímicos y las emociones que no logramos resolver, alterando nuestro estado natural y nuestros hábitos en general y se manifiesta por una necesidad descontrolada e impulsiva de comer a pesar de no tener hambre, con el único propósito de satisfacer ese “algo” que no podemos identificar pero que sin duda nos está perturbando hasta el punto de ir en contra de lo que somos o queremos ser.

El hambre emocional se caracteriza por:

La necesidad NO fisiológica de comer, donde necesitamos introducir alimentos en nuestro cuerpo sin sentir un hambre verdadero, comiendo de manera compulsiva, descontrolada y sin poder identificar la verdadera razón de esta “necesidad”.

Sentimiento de culpa después de comer en abundancia y casi sin disfrutar de los que hacemos. Lamentablemente esta acción no satisface el origen de nuestra necesidad y por lo tanto termina sumiéndonos en una profunda insatisfacción.

La idea equivocada de comer para sentirnos mejor, buscando acallar esa voz que pide ser atendida y que parece necesitar siempre “algo más para comer” en un intento desesperado de lograr un bienestar que se aleja a cada bocado, pues el hambre que sentimos no viene desde el estómago, sino de las emociones. Es muy común que después de llenarnos de comida, nos sintamos aún peor, pues es claro que no conseguimos librarnos de esa sensación de vacío.

¿Cómo podemos afrontar esta situación?

Lo primero es identificar qué lo está provocando y pedir ayuda profesional de ser necesario, para resolver eso que nos hace sentir “insatisfechos” y nos lleva a esta práctica tan poco saludable.

Pero es probable que esto no se resuelva de un día para el otro, por lo que durante este proceso de sanación puedes seguir estos consejos:

Plan de alimentación

Podemos hacer una lista detallada de alimentos y horarios para llevar un buen control sobre lo que vamos a comer en la semana. De esta manera , y si nos ceñimos a él, será más fácil tener control sobre lo que comemos y cuándo lo hacemos.

Alimentos sanos

Mientras pasamos por este proceso, es recomendable elegir alimentos nutritivos y sanos. Las frutas y verduras son una maravillosa opción, pues nos llenan de vitaminas y contienen mucha fibra. Otro gran alimento son los frutos secos que contienen grasas saludables y proporcionan mucha energía. Tomar agua nos ayudará a conseguir sensación de saciedad y disminuirá la necesidad de seguir comiendo.
Debemos evitar el consumo de alimentos o productos llenos de azúcares, sodio y grasas saturadas, como son la mayoría de snacks envasados, por lo que es muy recomendable NO tenerlos en casa para hacer más fácil y amable este proceso y evitar la frustración que podríamos sentir mientras logramos regularnos.

Ejercicios

La actividad física, los deportes y el ejercicio no solo mantienen el cuerpo sano, si no también la mente. Mantenernos activas puede ayudarnos a estar positivas y menos ansiosas, por lo tanto evitaremos refugiarnos en el consumo compulsivo de alimentos poco saludables.

Debemos tener presente que cada individuo es un universo complejo, único e irrepetible, por lo que las cosas que nos suceden no necesariamente le pasan a alguien más y será difícil de comprender para otras personas, incluso si nos une el amor. Es por esto que si nos sentimos solas y no entendemos lo que sucede con nuestro cuerpo o nuestras emociones, pedir ayuda es la mejor opción. Hablemos con alguien y empecemos a construir nuestro propio bienestar. Si tu estás bien, todos a tu alrededor también lo estarán.

Artesco Logo