Tan pronto tus hijos empiezan a moverse por sí solos alrededor de la casa, cada rincón, esquina, mueble, ventana o baranda se vuelve un peligro potencial. Una especie de monstruo siempre al acecho, listo para atacar cada vez que tu pierdes de vista a tu bebé por un minuto mientras tratas de ir al baño con la poquita dignidad que te deja hacerlo con la puerta abierta. Lo cierto es que cuando te preparas para la llegada de tus hijos, anidas y acondicionas su cuarto, preparas sus ropitas, compras alguna mamadera y clasificas las herencias de tus amigas y familiares para ponerle a tu bebé los trajecitos más coquetos que jamás hubieras comprado por ti misma. Pero en ese proceso no piensas en los peligros alrededor de un recién nacido, pues pasará los siguientes meses completamente protegido entre tus brazos y los de su familia.

Pero el tiempo vuela y es hora de gatear y caminar y correr y rodar y caer (muchas veces). Ha llegado la hora de investigar y explorarlo todo, con ojos, manos y boca, así que es el momento de tomar algunas acciones sencillas que mantengan a salvo a tu bebé dentro del espacio más seguro de todos: su hogar.

Esta es una lista de recomendaciones que puedes poner en práctica para sentirte más tranquila durante la maravillosa experiencia de criar a tus hijos:

Electricidad 

Esos deditos traviesos quieren tocarlo todo y entrar en cada huequito y si está a su altura y parece una carita, pues conmayor razón. Así que ve a la ferretería del barrio y busca unos tapones para los tomacorrientes y mantén lejos de la electricidad a tus pequeños.

Cuida que los aparatos electrónicos no estén a su alcance mientras están enchufados, pues los cables pueden ser una pequeña trampa para su precario equilibrio.

Escaleras

Si tienes escaleras en tu casita, tal vez sea una buena idea poner unas rejas en la subida y la bajada. Podrás mantener alejados de deslizamientos y volantines nada divertidos a tus pequeños.

La cocina y sus cajones

Qué cantidad de tesoros guardamos las mamás en los cajones de la cocina. Cuchillos muy afilados, tenedores, alguna que otra fuente de vidrio y un montón de cositas muy curiosas que podrían terminar en las manitos pequeñas de tus bebés. Cambiar las cosas “peligrosas” de lugar a los estantes más altos, es una buena forma de prevenir algún accidente.

Líquidos peligrosos

Lejía, detergentes, limpiadores, cera o desinfectantes, son solo algunos de los productos que se usan en casa para mantenerla limpia y sanitizada, pero podrían ser los protagonistas de una tragedia si son manipulados e ingeridos por tus bebés.

Asegúrate de mantener todos esos químicos fuera del alcance de tus  niños en todo momento. Puedes encontrar seguros para gabinetes en ferreterías y homecenters y así asegurar que sigan limpiando tu casa, pero sin hacerle daño a quienes amas más.

Muebles, libreros y estantes

Tus niños, aunque pequeños, ocupan gran cantidad de espacio, por lo que los muebles organizadores como estantes, repisas o libreros se usan con frecuencia para ordenar juguetes, libros, ropita, etc. Sus ganas de explorar y descubrir grandes tesoros ocultos, pueden ser el móvil que los llevará a intentar escalar el librero o el mueble de los juguetes, por lo que debes sujetarlos a la pared. 

También puedes cubrir los bordes y esquinas con un protector de espuma que se adhiere a las superficies. Úsala en las esquinas de las mesas, sobre todo las que están a la altura de sus ojos y cabecitas.

Ventanas y balcones

Las ventanas pueden ser espacios que nos generen bienestar  o grandes peligros si nos descuidamos.

Nunca debes bajar la guardia y dejar bancas, cajas o muebles que puedan servir de escalerita hacia ellas, para tus niños. Si está dentro de tus posibilidades, colocar una malla de seguridad en ventanas y balcones, es una fantástica idea.

Si tienes mamparas en casa, colocar unos stickers evitará varios golpes y muchos sustos.

Ten en cuenta los pisos de casa

El suelo es un lugar de aparente seguridad que puede pasar inadvertido para ti, pero para los niños es su lugar favorito: gatean, juegan, se tumban y corren en él. Por eso, si tienes suelos resbaladizos, es una buena idea reforzarlos con alfombras, que también sirven para amortiguar  sus cuerpitos, en caso de caídas.

Si tienes suelos de madera debes estar atenta a posibles grietas o astillas, pero una rápida inspección bastará para detectarlas.

Frágil

Seguro pusiste bella tu casa con esmero y mucho amor, colocando adornos como floreros y pequeñas esculturas en lugares especiales de tu hogar, pero por ahora piensa que lo más bello y preciado es la salud de tus pequeños por lo que guardarlos por un tiempo para evitar cortes y heridas es, sin duda, una buena idea.

Cuidado con los objetos pequeños

Monedas, baterías, tornillos, aretes o anillos son pequeños tesoros que llamarán la atención de cualquier niño pequeño, por lo que no debes dejarlos al alcance de tus hijos. Recuerda que los niños se relacionan con el mundo llevando cada cosa que encuentran a su boca y podrían asfixiarse con cualquiera de estos objetos.

Estas ideas son fáciles de aplicar y solo requieren de un poco de reorganización en casa o algunos objetos de bajo costo que podrían hacer la diferencia.

Pero tomar un curso sobre primeros auxilios podría salvar la vida de tus hijos en caso de un accidente, sin importar de qué tipo sea este.

La idea es estar siempre alerta y atenta, pero sin dejar que el miedo a lo que podría pasar, te quite las ganas de vivir grandes aventuras con tu familia.

Repasa los espacios de tu casa, confía en tus instintos y mejora todo eso que crees que puede hacer su vida mucho más segura y feliz.