Como padres siempre estamos buscando formas de mejorar las experiencias y oportunidades de nuestros hijos, buscando clases extracurriculares, cubriendo sus necesidades y tratando de conocer sus nuevos intereses de adolescentes. Una de las muchas preocupaciones que tenemos las madres y padres, es el éxito académico de nuestras hijas e hijos, ya que esto podría afectar su futuro profesional y hacerlos pasar momentos de angustia durante la época escolar y/o universitaria.

Pero ¿de qué depende el éxito académico de las chicas y los chicos? La adolescencia es una etapa muy dura para cualquier joven, pues es un tiempo de cambios importantes y el despertar de intereses y nuevas emociones. Todo esto los mantiene en un remolino de sensaciones que requieren orden y organización para que no afecte su rendimiento en la escuela. Es probable que en alguna ocasión tus pequeños hayan estudiado durante muchas horas sin conseguir lo que esperaban al momento de dar una prueba o un examen. Y es que su éxito no está sujeto a la cantidad de horas que dedican a repasar textos y cuadernos, si no a los hábitos de estudio que logren desarrollar durante la etapa escolar.

¿Quieres saber cómo ayudar a tus hijos adolescentes a crear hábitos saludables de estudio? en esta nota te damos algunos consejos que seguro te ayudarán a guiarlos de la mejor forma posible.

Qué son los hábitos de estudio

Durante el desarrollo de las niñas y los niños, es importante definir técnicas y métodos que acompañen sus actividades diarias como el descanso, el juego y el estudio. Estas acciones se convierten en hábitos cuando se aplican de manera constante, permanente y repetida. Los hábitos de estudio también se construyen a partir de dinámicas rutinarias que puestas en práctica, aportan en el proceso de aprendizaje.

Los hábitos pueden ser buenos o malos, según el beneficio real que ofrezcan a nuestra mente, cuerpo y emociones. Crear hábitos saludables de estudio no es complicado, pero para un adolescenet puede no parecer tan sencillo de hacer. Por esta razón queremos compartir algunos consejos fáciles pero efectivos que puedes trasladar a tus hijas e hijos adolescentes con el propósito de ayudarlos a construir hábitos de estudio.

Objetivos y metas

Antes de empezar cualquier proyecto en la vida, es importante tener un objetivo. Ayuda a tus hijas e hijos a definir sus metas, eso los mantendrá motivados y evitará que se dejen vencer por la flojera típica de la adolescencia.

Plan de acción

La organización es indispensable para crear hábitos saludables que puedan mantenerse a lo largo del tiempo. Planificar la manera en la que el trabajo debe ser realizado o dividido, será de mucha ayuda para que tus chicos logren sus objetivos.

Rutina

La rutina es fundamental en la construcción de hábitos de toda clase y cuando se trata de estudiar, es muy importante. El orden en el que tus niños realicen las diferentes actividades de cada día, va a afectar cada una de ellas. Tal vez convenga empezar por el estudio antes que por el deporte, pues si se sientan a leer o hacer un trabajo para la escuela después de jugar basket, fútbol o nadar dos horas, el cansancio podría vencerlos. Recuerda que las pausas son un elemento fundamental en cualquier actividad que realicen los jóvenes, ya que les da la oportunidad de retomar fuerza para continuar.

No demasiadas horas de estudio

Contrario a lo que podrías pensar, más horas de estudio no significan mejores resultados, necesariamente. Así como el trabajo debe dosificarse para que sea productivo, el estudio también debe tomarse con calma. Una mente sobre exigida no va a lograr grandes cosas, pues el agotamiento mental solo le resta nitidez al entendimiento y por lo tanto al aprendizaje.

El descanso

El descanso es un elemento vital durante la etapa de crecimiento de un niño y adolescente. Si el cerebro y el cuerpo no descansan, las habilidades cognitivas, motoras y sociales no se desarrollan de manera óptima. Por lo tanto es muy importante que los hábitos de estudio de tus adolescentes, contemplen la cantidad de horas de descanso que corresponden a un joven en desarrollo. De esta manera su mente estará fresca y lista para cada nuevo reto.

El espacio

Es recomendable que los chicos utilicen el mismo espacio para el estudio cada día, de esta manera se refuerza el sentido de rutina dentro de la construcción de un hábito. Cuando utilizamos un mismo espacio físico para realizar una actividad como el estudio, el cuerpo lee la situación y asocia el lugar con la actividad de manera automática, invitando a la mente a funcionar de cierta forma específica. Dentro de tus posibilidades, crea un espacio con luz natural para el día y una buena luz artificial para el estudio de noche. Un lugar cómodo y lo suficientemente privado para evitar distracciones.

Métodos y técnicas

Existen métodos para optimizar la manera en la que estudiamos, aprendemos y tomamos notas. Estos métodos ofrecen a los jóvenes herramientas para organizar su tiempo, organizar ideas y crear un orden propio que les permita lograr sus objetivos académicos. El método Pomodoro, por ejemplo, es una técnica que distribuye el trabajo en bloques de tiempo con intervalos de descanso para un mejor aprovechamiento del estudio. El método Cornell enseña a tomar notas y apuntes que facilitan el estudio luego de una charla o una clase.Pero existen otros métodos y técnicas que puedes buscar en  internet y que son igual de útiles y efectivos. La idea es encontrar el que mejor se adapte a las necesidades de tus chicos.

 

 

 

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Constancia y determinación

Este punto es de vital importancia para cada cosa que los adolescentes quieran lograr. La determinación y la constancia  son actitudes que ayudarán a mantenerlos  motivados y enfocados en sus objetivos y para esto el acompañamiento de los padres es muy necesario. Apóyalos y no dejes que se derrumben ante un aparente fracaso académico. Celebra sus logros, felicítalos cuando lo hagan bien y recuérdales que no es el fin del mundo cuando no consiguen exactamente lo que quieren. Seguir adelante es la mejor opción.

Crea un horario

Puedes proponer a tus niños crear un horario que contenga sus tiempos en la escuela, horas de estudio en casa, tiempo libre, uso de dispositivos electrónicos, tiempo en familia y actividades al aire libre. La organización del tiempo es de mucho beneficio, pero no olvides transmitirles que ser espontáneo también es importante.

 

 

 

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Sin distracciones

Al momento de estudiar, el teléfono, tablet o cualquier otro aparato tecnológico, solo deben usarse si se necesitan para buscar algún dato relacionado al trabajo, pero bajo ninguna circunstancia deben ser elementos distractivos. Esto no es fácil de aceptar para las chicas y chicos, pero es una parte importante de la construcción de los buenos hábitos de estudio.

El estudio no resulta fácil para todos los adolescentes y para algunos puede ser muy, muy complicado. Es por esto que construir hábitos de estudio positivos, saludables o buenos, puede significar una gran diferencia en su desempeño académico presente y futuro.

Sé paciente y ofrece herramientas para que tus hijas e hijos logren desarrollar sus propios métodos y consigan sus objetivos de la manera más amable posible.