Aprender a leer es determinante y un arma poderosísima y cuando tus hijos llegan a ese momento, el mundo crece para nunca volver a ser pequeñito. Ahora son dueños de las palabras y nada es imposible. Pero como todos somos diferentes  ( y que suerte maravillosa es esa), no todas las niñas y niños pasan por el mismo proceso. Para algunos leer es un camino sinuoso y aterrador y llegar a leer con fluidez es un proyecto a largo, largo plazo, mientras que para otros es tan sencillo como aprender a lavarse los dientes. Y es que cada niña y niño es un universo único que se va construyendo a su propio ritmo.

Para quienes presentan dificultades en el aprendizaje de la lecto escritura,  el mundo escolar puede llegar a ser poco amable, pues con frecuencia los otros niños no entenderán esto como un proceso, si no que lo verán como un motivo de burla. Tristemente esto puede llevar a los niños a tener otras dificultades en la escuela, dentro de casa o con cualquier otro grupo social. Muchos niños dejan de intentar progresar en su lectura, pues tienen miedo al fracaso definitivo. Para evitar que tus hijos pasen por esto no hace falta mucha ciencia. ¿Quieres saber cómo los puedes ayudar?, pues empieza por entender lo que tus niños necesitan de ti.

Debes ir despacio, respetando el tiempo de tus hijos. Si ellos no están listos para dar el paso hacia la lectura y la escritura o necesitan más tiempo para lograr lo que otros niños logran muy pronto, forzarlos solo los hará sentirse frustrados e inseguros de sus capacidades, pudiendo llegar a sentir rechazo por este nuevo y emocionante aprendizaje. 

Puedes ofrecer las herramientas adecuadas para lograr los objetivos, por ejemplo, material didáctico fácil de usar y entender, haciendo juegos con palabras, frases o letras dependiendo de la etapa del proceso en la que se encuentre cada niño.

Debes celebrar cada logro como si fuera el más importante, porque cada palabra leída es un paso más hacia su futuro.

¿Qué puedes hacer junto a ellos?

Leer fluidamente no solo significa no atracarse con las palabras mientras los niños las van leyendo, también tiene que ver con entender lo que se lee, con la entonación correcta y con precisión. Esto es un proceso y no se logra la fluidez de la noche a la mañana, pero sin duda se logra con esfuerzo, práctica y mucha constancia.  

¿Se te ocurre cómo ayudar a tus niños para que consigan leer con fluidez?. Pon en práctica estos sencillos consejos para fomentar el amor y el placer por la lectura y seguro sucederá con mucha naturalidad.

Demuéstrales cómo se hace

Los niños aprenden por imitación, pues necesitan un referente real de cómo son y suceden las cosas en el mundo. Lo mismo pasa con la lectura, por lo que si demuestras cómo suena una lectura fluida, será mucho más sencillo para ellos llegar a donde quieren llegar.

Tómate el tiempo de leer para ellos, busca textos con muchos cambios, puntuaciones y diálogos, así el texto será mucho más rico y no solo estarán aprendiendo, también estarán disfrutando de pasar tiempo de calidad contigo. Al final pídeles que lean como tu lo hiciste para que practiquen.

Lecturas placenteras

No hay nada más rico para un niño que meterse a la cama mientras mamá o papá leen una historia. Este es un momento que hace que los niños relacionen inconscientemente la lectura con el amor, el placer y el bienestar. Leer un libro por las noches hace que los niños aprendan nuevas palabras y las vayan guardando en su disco duro, las mismas palabras que van a encontrar cuando les toque leer a ellos. 

Las lecturas de antes de ir a dormir son una muy buena estrategia para que desarrollen habilidades sobre la lectura. Cada vez que lees a tus pequeños, estás demostrándoles cómo modular la voz y ganar mucha fluidez.

Tardes de lectura en voz alta

Una buena forma de motivar a los niños a practicar su lectura, es invitándolos a participar de una lectura para toda la familia. Puedes elegir textos cortos, que los reten pero no los agobien por su dificultad o extensión. Que sean textos adecuados para la etapa en la que se encuentran.

Otra gran idea es elegir un mismo cuento y pasarlo entre toda la familia para que cada uno de sus miembros lea un párrafo, incluídos los más pequeñitos.

Reúne a toda la familia para que cada uno pueda leer a los otros. De esta manera tus niños se sentirán importantes y valorados y tan buenos lectores como cualquiera de los adultos.

Nuevos retos

Cuando hayan acabado con todos los libros de su biblioteca personal, busca hacer intercambios con amigos, de esta manera siempre será emocionante empezar un nuevo libro para descubrir la historia increíble que guarda entre sus páginas.

Rutina y seguridad

Aunque un libro nuevo o diferente siempre puede potenciar la motivación en tus niños, lo cierto es que si están comenzando con este proceso, leer muchas veces su libro favorito es una forma de  afianzar los conocimientos que han adquirido y alimentar la confianza en sí mismos. Leer el mismo libro repetidas veces, puede ser de mucho provecho. Lean juntos su libro favorito cuantas veces sea necesario.

Vamos a ganarnos a nosotros mismo

Cuando tus niños hayan avanzado mucho en su lectura y se sientan seguros, es el momento de proponer un juego de tiempo. La idea es encender el cronómetro y tratar de leer un texto en una cantidad de tiempo determinada, pero cometiendo la menor cantidad de errores. Si lo hacen muchas veces, será muy sencillo no equivocarse y ser extremadamente fluido en la lectura.ar. 

Juegos divertidos

Mantener el aprendizaje ligado al juego es una forma muy efectiva de motivar a los niños a esforzarse, cumplir y aprender. Puedes jugar juegos muy fáciles para los que solo necesitas tu voz y algunas palabras. Por ejemplo, mientras almuerzas, paseas a tu mascota o te diriges a algún lugar, puedes aprovechar el tiempo para jugar a deletrear palabras correctamente. Uno propone la palabra y el otro debe deletrearla sin errores. Es un gran ejercicio de ortografía y pensamiento veloz.

Ampliamos el vocabulario

Leer nos regala la posibilidad de conocer muchas palabras nuevas en cada libro. Haz de la búsqueda de sus significados un hábito en tus niños. Saber el significado de muchas palabras hará que leer cualquier texto sea más placentero y que comprendan mejor su contenido.

No es complicado ayudar a los niños a mejorar su lectura hasta volverla fluida, solo necesitas paciencia, creatividad y un buen libro.