"Quiero ser artista", una frase que en el pasado ha hecho temblar hasta al más rudo de los padres y la más relajada de las madres. La idea de que nuestras bendiciones se dediquen a lo que para muchos podría ser "la vida bohemia, desordenada y poco rentable del arte", sin duda era motivo de preocupación, temor y muchas discusiones familiares. 

Afortunadamente los años han pasado y han abierto una serie de oportunidades laborales relacionadas al arte, junto con un pensamiento y una forma de educar que incorporan las actividades artísticas como una herramienta indispensable en el desarrollo integral de los niños y jóvenes.

Hoy día, el arte en sus múltiples formas, no es una opción privilegiada de algunos pocos, si no una posibilidad verdadera en la vida de todos.

Es por esto que si descubrimos que nuestras niñas y niños tienen vocación, talento y disposición para el arte en cualquiera de sus expresiones, es nuestro deber inspirarlos, animarlos, apoyarlos y alentarlos con estos simples consejos.

Inspiración, inspiración y más inspiración:

Para que nuestros pequeños crezcan artísticamente, debemos ofrecerles condiciones que nutran su mundo interior y es por ello que debemos exponerlos a situaciones que los inspiren y despierten su curiosidad creativa.  Llevarlos a conciertos, recitales de poesía, tardes de cuentos, teatro,  exposiciones y presentaciones de danza pueden ayudarlos a desarrollar un lenguaje propio para construir y crear cosas maravillosas.

Motivación:

No es raro que los niños empiecen un proyecto cargados de entusiasmo y buen ánimo, pero al encontrar dificultades en el camino o descubrir que lo que logran no es lo que esperaban, tiren la toalla, se frustren y no quieran seguir intentando. Es aquí cuando nosotros, sus adultos cercanos y de confianza, debemos ayudarlos a vencer estas dificultades ofreciendo las herramientas que necesitan para conseguirlo. Podemos por ejemplo, matricularlos en alguna clase de arte y dibujo o de música y baile, aunque también podemos encontrar ayuda en internet buscando algunos tutoriales o tips. El objetivo es mantenerlos motivados.

Tecnología:

Los aparatos electrónicos no solo sirven para las clases virtuales o ver netflix, también pueden ser una herramienta educativa y muy productiva si los usamos correctamente. YouTube está lleno de tutoriales sobre casi todo, incluidos videos para aprender a hacer muchas cosas con sus manos. Pero además   hay gran cantidad de aplicaciones para hacer video, fotos o música que pueden ser divertidísimas y muy beneficiosas para los niños.

Las imágenes al natural:

Es muy frecuente que el mundo diseñado y designado para niños pequeños, esté cargado de elementos de la naturaleza humanizados y caricaturizados, partiendo de la idea de que de esa forma son más amigables o fáciles de consumir para ellos. La verdad es que los niños pueden ver la belleza en el mundo tal y como es y es muy importante que les enseñemos a encontrarla. Por ejemplo, en las distintas formas y colores de las hojas de los árboles, en los colores increíbles de las flores, en el sonido del agua fluyendo, en los sonidos de la ciudad, en el cielo y sus nubes, sus estrellas y lo que no vemos de él.

Hablemos de todo:

Nuestros hijos reciben gran cantidad de sus conocimientos o de su amor por algo específico a través de nosotros, sus padres. Es por esto que si hablamos de cómo la música entra por cada poro de nuestra piel, o de lo emocionante que puede ser descubrir los colores de una pintura, o cómo un proyección de video y audio puede dejarnos sin aliento podemos transmitir toda esa emoción que nosotros sentimos por las sensaciones y los estímulos sensoriales  a nuestros pequeñitos. Hablemos de la belleza que existe hasta en las cosas que no son bellas para que aprendan a encontrarla en cada rincón que visiten y en cada cosa con la que se encuentren.

Demos espacio y libertad:

Nuestras expectativas como padres pueden terminar por alejar a nuestros niños de lo que quisiéramos para ellos. Es muy importante crear las condiciones para que naveguen por el mundo del arte, pero no es bueno que lo sientan como una obligación. Nuestros pequeños deben disfrutar del arte para poder desarrollarse en cualquiera de sus formas y ser los mejores en lo que hagan. Hagamos que su amor por el arte sea un placer, para lo que tal vez no sea necesario inscribiros en decenas de clases y actividades extracurriculares.

Este es un sendero largo y cambiante que seguro estará lleno de sorpresas, pero mientras podamos disfrutarlo juntos, seguro valdrá todo el esfuerzo que hagamos por ayudar a nuestras niñas y niños a desarrollar su talento y encontrar su camino.

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