Cuando nuestras pequeñas y pequeños empiezan a crecer, nos preocupamos nos olo de alimentarlos y mantenerlos sanos, también nos ocupamos de su educación y buscamos el mejor colegio que nuestra economía pueda ofrecer.  Buscamos uno  que les enseñe a pensar, que les enseñe idiomas, que tenga un buen programa de ciencias y letras y si tiene un buen jardín con canchas para el deporte y hasta piscina, aun mejor.  Y cuando encontramos el lugar que más se parece a lo que queremos para nuestros hijos, rompemos el chanchito y nos comprometemos a sostener esta decisión por el futuro de nuestras niñas y niños.

No es raro que en este proceso de buscar, encontrar y al fin sentirnos “seguros” con la educación que  los niños recibirán en el cole, olvidemos un poco que la educación más importante, es la que sucede desde casa y es de la que los padres somos principales responsables . La crianza con valores es sin duda la base de la que partirán estas pequeñas personitas para convertirse en adultos  sólidos y completos.

Pero ¿qué son los valores?

Los valores son los principios, virtudes o cualidades que caracterizan a una persona. Son parte de su vida y determinan su comportamiento y reacciones ante distintas situaciones cotidianas o extraordinarias. 

Los valores son aprendidos, en su mayoría, por imitación de las actitudes y comportamiento de los padres o adultos cercanos de cada niño. Esto incluye a los  maestros en las escuelas, parientes y amigos del entorno familiar, pero lo cierto es que nos incluye a todos como sociedad, por lo que cada adulto que forma parte de una comunidad, tiene gran responsabilidad en la educación, crianza o desarrollo de los niños.

¿Qué es criar con valores?

Es extender la educación más allá de lo académico y teórico y buscando como objetivo, formar ciudadanos responsables, personas empáticas y hombre y mujeres honestos y autosuficientes.

Criar con valores es preocuparnos por la parte intangible de nuestras niñas y niños e incluirla en su formación desde el comienzo, con palabras amables, explicaciones y actos ejemplares.  

Es enseñar sobre justicia, verdad, empatía, amabilidad, ética. Es formar personas conscientes y responsables, independientes, autónomas y autosuficientes, con alta autoestima y confianza en sí mismos. Es prepararlos para construir una moral sólida que les permita diferenciar lo bueno de lo malo sin confusiones. 

Es, por lo tanto, la manera más amorosa de criar a nuestros pequeños, entendiendo que su mente y su corazón son igual de importantes y no pueden separarse. Criar con valores es criar con el objetivo de lograr un equilibrio en su desarrollo con la determinación de llevar a nuestras hijas e hijos a una vida adulta positiva.

Aquí dejamos una pequeña lista de algunos valores que podemos trasladar a nuestros pequeños, con acciones cotidianas, con una comunicación óptima y sobre todo, con el ejemplo:

Respeto:

Vivir respetando a quienes son parte de nuestra vida o a quienes se cruzan en nuestro camino, es una práctica que nos ofrece un ambiente de paz, amor y serenidad. El respeto es un valor que no solo debemos extender a otros, si no a nosotros mismos. Cuidarnos y reconocer lo mucho que valemos, hará que otros nos traten con el mismo respeto que nos tenemos.

Honestidad:

Este valor va de la mano de la verdad y la transparencia. El ser honestas y honestos nos hace ser mejores y nos vuelve fuertes en el corazón al enfrentar las consecuencias de nuestras acciones, sin importar cuáles sean estas.

La honestidad es muy necesaria en nuestra sociedad inmadura, pues es una arma poderosa para luchar contra la corrupción que tristemente abunda.

Tolerancia:

Aunque todas las personas valemos lo mismo, no somos iguales. Todos somos diferentes por dentro y por fuera y eso no nos hace mejores o peores que nadie. Aprender a aceptar  estas diferencias y sobre todo a entender que no son motivo de burla o menosprecio, da lugar a una sociedad menos violenta y más amable.

Empatía:

La empatía es la capacidad de una persona para ponerse en el lugar de otro, en su situación, en su emoción o en sus circunstancias. Es tratar de comprender los motivos de sus actitudes y comportamientos. Cuando hablamos de empatía, hablamos de una suerte de vínculo emotivo que se teje con otros seres humanos y nos permite comprender lo que sienten sin juzgarlos, si no acompañándolos.

Justicia:

Este valor tiene como principal objetivo, dar a cada persona lo que corresponde. En algunos casos se trata de cosas buenas o positivas y en algunos se trata de sanciones producto de sus actos. El ser justas y justos contempla tener presentes la igualdad, la libertad y el bienestar común.

Solidaridad:

Se caracteriza por la colaboración mutua entre las personas que atraviesan momentos difíciles, no solo desastres naturales, también situaciones de índole emocional o personal. Ser solidarios con otros puede significar compartir nuestras pertenencias, nuestro tiempo, un abrazo o una palabra de aliento.

Educar con y en valores, es un acto de amor y un esfuerzo que hacemos hoy con el anhelo de asegurar un mejor futuro para nuestras niñas y niños. Es un trabajo que madres y padres hacemos a diario y que necesita de nuestra participación consciente en los procesos de nuestros hijos. Esta manera de criar,  no solo hará mejores a los nuestros, si no también hará mejor al mundo que compartimos.