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Las mujeres de mi vida: Dedicada a mis hijas y a lo que quiero decirles cuando sean grandes (y no esté con ellas)

Blog Single

Mis dos hijas me conocen como Su Mamá, más que como una mujer con gustos, aficiones, desagrados y muchas cicatrices emocionales. Me conocen como la que las tuvo en la panza, la que las dormía cantando a Sui Generis, Pink Floyd o lo que se me ocurriera en ese momento, la que juega con ellas en el parque (antes un poco más que ahora), la que les hace ( y hoy prepara con ellas) bizcochito de plátano,galletitas en forma de estrella y panqueques con miel,  la que dice casi a diario que su cocina no es un restaurante, que se abriguen cuando hace frío y se desvistan cuando hace calor, la que insiste en que coman toda su comida, la que las conforta de noche cuando sueñan algo aterrador, la que sabe que tienen fiebre incluso antes que el termómetro, la que siempre (siempre) se llamó Mamá.  

Tal parece que no se escribió una historia sobre mí antes de la maternidad. Por eso, cuando ellas me preguntan qué es lo que más me gusta comer, qué me encanta hacer o cuál es mi color favorito, nos vamos sorprendiendo las tres. Así descubren que mi color predilecto no es el rosado, “como el de todas las chicas” si no el color negro que siempre ven en mi ropa, y así yo recuerdo que hay cosas que me gustan más  que otras. Y es que en esta profesión que empecé 10 años atrás, a veces olvido y a veces ME olvido. 

Y entonces pienso en las  mujeres que estoy criando y pienso también en que muero de curiosidad por saber quiénes serán cuando crezcan. Me pregunto con temor si estaré por este plano para verlas crecer, para saber si usan el pelo corto, largo, negro o de colores. Si la mayor usa tacones, falda y carteras coquetas a diario y la más chiquita tiene aretes en la lengua, nariz y  boca junto a los tatuajes que yo recién a mis 40, me decidí a hacer.  

Pienso en si serán ordenadas o unas locas caóticas como siempre fui yo hasta antes de tenerlas. Si les gusta leer o si prefieren ver películas o un poco de ambos. Si toman tres cafés al día y si siguen sintiendo fascinación por meter las manos entre en el saco de pallares de la bodega de la esquina. Si recuerdan bien a sus cuatro maravillosos abuelos y si siguen jugando a “Adivina la Obra de Arte”, como hacían con dos de ellos. Si aprendieron que decir mentiras puede hacer que me moleste, pero jamás que las ame menos de lo que las amo hoy, desde siempre y para siempre. Si  lloran cuando la luz de la tarde las cubre de pies a cabeza y llena de emoción sus corazoncitos, mientras  las hace sentir inmensas y diminutas al mismo tiempo, o cuando un olor que las pilló caminando por la calle, las transporta al recuerdo en sepia del momento exacto en el que nos dimos un abrazo 20 años atrás y las hice sentir cuánto las amaba. Si hice bien lo que sólo las mamás sabemos hacer bien.

No puedo dejar de pensar en la responsabilidad absolutamente abrumadora que significa que cada  elección mía afectará sus vidas y marcará un rumbo que decidirán tomar o no, y entonces sé que hay mucho que quiero decirles desde ahora, en caso no pueda hacerlo después:

1. Que sean fuertes
2. Que bailen un poquito todos los días
3. Que bailen con la emoción y la libertad de cuando eran niñas, cada vez que lo hagan
4. Que rían a carcajadas 
5. Que lleven consigo papel higiénico (no importa a donde vayan)
6. Que sean felices 
7. Que llorar libera el alma
8. Que llorar es bueno
9. Que siempre digan lo que piensan
10. Que el miedo nunca las paralice que ser amables es mejor que no serlo
11. Que griten con toda su fuerza cada jueves por la noche
12. Que besen apasionadamente
13. Que es eterno mientras dure
14. Que es posible albergar dos corazones en un sólo cuerpo
15. Que ser mamá es mágico y horrible al mismo tiempo
16. Que caminar mucho y muy rápido es riquísimo
17. Que nunca se queden por razones equivocadas
18. Que amen libremente y un montón
19. Que abracen miles de veces y una vez más
20. Que pregunten cuando no sepan
21. Que leer es purito poder 
22. Que escribir es purito placer 
23. Que den las gracias
24. Que son maravillosas
25. Que no siempre es fácil
26. Que a veces si es fácil
27. Que todos los cuerpo son distintos
28. Que en esta casa no se le dice pichi a la pila
29. Que no importa lo que decidan hacer, siempre que lo hagan con pasión
30. Que pedir perdón nos las hace débiles
31. Que más adelante entenderán el “por qué” de mucho
32. Que siempre les voy a decir la verdad
33. Que se quieran la una a la otra hasta el infinito
34. Que no dejen de hablarse aunque sea para pelear
35. Que sean responsables con ellas, con lo dice y hacen
36. Que se cuiden y protejan siempre
37. Que el pan con aceitunas negras es “lo más”
38. Que un buen papá no “ayuda” a cambiar pañales, ejerce su derecho a hacerlo
39. Que si dibujan en las paredes es porque se les acabó el papel
40. Que siempre habrá papel y lápiz en mi casa
41. Que si ensucian deben limpiar
42. Que un vidrio roto se bota envuelto en papel y con un cartel
43. Que la familia no tiene una forma única
44. Que no importa a quien amen, siempre que el amor sea bonito y respetuoso
45. Que hay gente mala
46. Que se me hincha el corazón cuando veo como quieren a quienes las quieren
47. Que a veces él es ella y ella es él
48. Que su palabra es importante
49. Que los tomates también se comen como manzanas
50. Que las voy a dejar equivocarse
51. Que las voy a abrazar cuando lo hagan
52. Que no voy a luchar sus batallas, pero les daré armas para la guerra
53. Que no somos iguales, pero somos igualitas
54. Que ser mamá es una elección
55. Que creo firmemente en la violencia si se trata de protegerlas
56. Que por algo mi melena es de león
57. Que me equivoco mucho y seguro lo haré un poco más
58. Que las tres estamos locas
59. Que no las cambiaria jamás por una niña que no lo estuviera
60. Que lo salvaje lo sacaron de mi
61. Que me gustan así como son
62. Q
ue quiero que nuestra vida  juntas nunca termine
63. Que no soporto la idea de que un día dejaré de verlas
64. Que siempre las voy a esperar despierta hasta que vuelvan a casa
65. Que aquí estoy

Texto: Alida Werner

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