Existen muchos factores que pueden ayudar a nuestro bebé a desarrollarse y estimularse, dentro de estas experiencias, existe una muy importante: Las caricias que le damos. El tacto es el primer lenguaje del ser humano y ayuda de diferentes maneras, por ejemplo, pueden ayudar a nuestros pequeños a crecer fuertes, a que sientan menos ansiedad y a desarrollar su capacidad social. Un bebé que experimenta una rutina de caricias muestra un 50% más contacto visual y es 3 veces más propenso a tener una reacción positiva que un bebé que no lo hace.

Además de fortalecer el vínculo madre-hijo, los masajes y caricias en tu bebé tienen muchos más beneficios. Por ejemplo, calma el llanto, ayuda a la digestión, alivia los cólicos, gases y el estreñimiento. También aumentan la ganancia de peso, ayuda a que tu bebé duerma profundamente toda la noche, alivia la congestión nasal y el malestar que genera el crecimiento de los dientes. Ayudan a desarrollar un buen tono muscular, la coordinación y la flexibilidad, mejora la conciencia corporal, estimula el sistema inmunológico y mejora la textura de la piel.

Ahora que conoces todos los beneficios que tienen los masajes en tu bebé, no olvides darle una buena sesión de caricias amorosas cada vez que puedas, al despertar, antes de dormir, durante el baño o en cualquier momento libre. Tus caricias contribuyen a crear los primeros lazos emocionales de tu bebé,además este contacto construye una base para el desarrollo emocional e intelectual de tu pequeño en el futuro.