Gracias a la tendencia saludable que cada vez más personas optan por poner en práctica, los alimentos orgánicos han aumentado su popularidad y su consumo. Pero, ¿qué son los alimentos orgánicos y cuál es la diferencia con los alimentos convencionales que consumimos día a día?

Se conocen como alimentos orgánicos a los productos que han sido obtenidos a través de procesos naturales, es decir sin el uso de pesticidas químicos o fertilizantes; y en el caso de los productos animales, sin la aplicación de hormonas y antibióticos. Deben procesarse, además, sin aditivos químicos, radiación y no pueden proceder de organismos genéticamente modificados.

Los alimentos orgánicos son más nutritivos gracias a que su producción se realiza bajo procesos que en lo posible se parezcan a los sistemas naturales. El beneficio de estos productos no se limita únicamente al consumo humano, su producción incentiva y fortalece la relación con el medio ambiente, ya que se fertilizan la tierra con abonos naturales, respetan a aquellos organismos vivos que se encuentran en los ecosistemas.

Por otro lado, muchos de los alimentos convencionales son procesados con químicos, pesticidas y hasta intervenidos genética y hormonalmente, representando una amenaza a largo plazo para la salud. Además su proceso es agresivo con el medio ambiente y con los seres vivos que habitan dentro de los ecosistemas.

Ahora que conoces un poco más sobre los productos orgánicos te dejamos algunas recomendaciones que debes tener en cuenta al adquirirlos:

1. Asegúrate de que el empaque tenga el sello de certificación.  Esta certificación garantiza que en el caso de las frutas y verduras los alimentos son 100% orgánicos, y los alimentos procesados, por lo menos un 95% de sus ingredientes han sido producidos orgánicamente.En este link puedes encontrar más información sobre las certificaciones y conocer cuáles son los sellos que debes buscar en los empaques: http://www.cuperu.com/portal/en/programas-de-certificacion/organico

2. Si compras productos orgánicos a productores independientes, como agricultores locales que no están en obligación de tener una certificación, puedes conversar con ellos y preguntarles acerca de los procedimientos que utilizan para cultivar sus productos.

3.  Es importante tener en cuenta que existen palabras que se utilizan para referirse a los alimentos saludables, como por ejemplo “naturales” o “sin hormonas”, que podrían confundir al comprador. Que algunos productos tengan estas definiciones en sus etiquetas no significa que sean productos orgánicos.