Dentro de las enfermedades más comunes en los niños, el orzuelo es una de las más frecuentes. Los orzuelos son producidos por bacterias que viven dentro de nuestro organismo, los estreptococos y los estafilococos. Por suerte no representan mayor gravedad ya que se trata de un proceso benigno que afecta tanto a adultos como a niños. Para reconocer si tu pequeño tiene un orzuelo es necesario fijarse si su ojito parece hinchado, si se rasca o lagrimea, si es así, es muy seguro que tiene uno.

Los orzuelos pueden ser internos o externos. Los internos se encuentran en el borde interior del párpado, cerca al ojo; y los externos se ubican pegados a las pestañas, en estos casos se puede ver una leve inflamación en el borde del párpado.

Dentro de los síntomas están la sensibilidad a la luz y dolor en el ojito afectado. En estos casos lo mejor es tratar de no exponer al pequeño a mucha luz y evitar el contacto con su ojito.

Existen desde gotas hasta pomadas con antibióticos para tratarlos, pero recuerda que es necesario consultar con un pediatra antes de automedicar al pequeño, a pesar de no ser una condición grave, es importante obtener la opinión de un especialista.

Puedes aplicar paños húmedos con manzanilla tibia 4 veces al día para bajar la hinchazón y aliviar el malestar. La manzanilla posee propiedades antiinflamatorias y aceleran la desaparición de los orzuelos.

Los orzuelos también pueden curarse solos en un plazo de 3 a 7 días, para esto es necesario no mantener contacto con la zona afectada, de lo contrario podría aumentar la hinchazón y tomar más tiempo en desaparecer.

La mayoría de casos de orzuelos en los niños se debe a que se tocan o frotan los párpados con las manos sucias. Los ojos son órganos sumamente sensibles, con los cuales es necesario mantener mucho cuidado para evitar infecciones.

La limpieza cuidadosa del exceso de aceite en los bordes de los párpados pueden ayuda a prevenir que se desarrollen orzuelos.